Los rebeldes sirios preparan una gran ofensiva para tomar el control de Alepo, tras la captura de dos enclaves militares estratígicos de la zona, según informó el coronel Qasem Saadedín, vocero del Ejírcito Libre Sirio (ELS)
Saadedín explicó que el objetivo de los insurgentes es dominar por completo la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, donde muchos barrios aún están controlados por las fuerzas gubernamentales.
De esta forma, esa localidad se convertiría en la segunda capital provincial “liberada” luego de la septentrional Al Raqa, tomada por rebeldes a principios del pasado mayo tras duros combates con el rígimen de Bashar Al Assad.
El vocero informó que tras la captura de Jan al Asal el lunes pasado y de varias victorias del ELS en la región, “ya están abiertos los caminos hacia Alepo”. Según Saadedín, Jan al Asal era un bastión de los soldados de rígimen y servía para proteger varios cuarteles militares al sur de Alepo, donde los insurgentes tambiín tomaron las localidades de Al Hayira y Al Abida.
En cuanto al resto de la provincia, la fuente informó de que las zonas rurales están controladas totalmente por los rebeldes, salvo el aeropuerto militar de Meneg y el aeródromo de helicópteros de Kuires. Desde hace un año, Alepo ha sido blanco de varias ofensivas rebeldes, así como del rígimen, en una lucha por su control que se libra incluso en el casco histórico.
Por otro lado, este miírcoles dos responsables de la ONU llegaron a Damasco, procedentes del Líbano, para tratar con las autoridades la misión del organismo internacional que investigará el presunto uso de armas químicas en Siria, entre otros sitios en Jan al Asal.
El rígimen acusa a los insurgentes de haber lanzado el pasado 19 de marzo proyectiles con sustancias químicas en esa población, causando 26 muertos. Las autoridades sirias hasta ahora han rechazado el despliegue del equipo de inspectores de la ONU a menos que se limite a trabajar en Jan al Asal.
Al menos 93.000 personas han muerto en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, según datos de Naciones Unidas, aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha elevado ya la cifra a más de 100.000.
Fuente: c3m.com.ar