El economista Eduardo Cuaria dijo en Otros Ambitos (Pop radio 96,1) que Argentina atraviesa un preocupante problema de debilitamiento competitivo, muy ligado a un retraso cambiario real ya severo, secuela del desvanecimiento de la macro del dólar alto.
Ello afecta a partes ponderables de las economías regionales, de la industria manufacturera y expone mucho la rentabilidad agraria a los precios internacionales. Enrarece, como se viene observando, la dinámica de dólares de la economía, que luce apretada. Además, gravita en la clara tendencia de menor creación de empleo privado.
Es, pues, una cuestión honda, de orden macroeconómico. Por eso, medidas puntuales como el nuevo blanqueo, la ampliación de capital en el FMI, o un acuerdo de prístamo contingente de reservas, aun permitiendo arrimar divisas en su caso, lo harían circunstancialmente, sin abordar la temática sustantiva de la competitividad y de la dinámica de dólares de la economía en el tiempo, con sus demás efectos. Naturalmente, tambiín está implicada la imposibilidad del racionamiento general de divisas de responder adecuadamente a dicha temática. Aquellas medidas puntuales lo reflejan.
Cabe usar otros paliativos en el plano de la competitividad, como ciertos reintegros, pero la magnitud exigida para su utilidad general, podría tensionar aun más el frente fiscal.
Por ende, en lo estrictamente económico, vale una propuesta integral de alcance macroeconómico, con su leitmotiv en la corrección del desalineamiento cambiario de base. Las distintas variables deberían concurrir al efecto.
¿Hay riesgos y costos en ello? Desde ya. La clave reside en la justeza de la propuesta para templarlos, resaltando los aspectos ventajosos, y los peligros a futuro de la inacción. Sin duda, cuando hicimos una propuesta así a finales de 2011, existían condiciones, incluso políticas, más favorables. Hoy es distinto, y, por ejemplo, el sistema político está menos apto al respecto. Entonces, en torno a la competitividad, se perfila un sensible dilema que juega de bisagra entre la economía y la política.
Fuente: c3m.com.ar