El periodista Darío Schuri desde Santa Fe dijo en Otros Ambitos (Pop Radio 96,1) que las 14 balas que impactaron en la casa del Gobernador Bonfatti el viernes por la noche contenían en su intento magnicida un desesperado supra mensaje mafioso explícito que trasciende las fronteras de la racionalidad política para instalarse como agudo condicionante social: “con nosotros no se jode”. Sean quienes fueran “nosotros”: narcos, proxenetas, policías corruptos; o una mixtura de todos ellos y otros mas.
De la autoridad socialista y la colaboración efectiva y no solo efectista de quienes se solidarizaron con el Gobernador dependerá que el arrebato criminal del viernes se transforme en fortaleza o impotente debilidad para sus mentores. Comenzó la batalla final que lo puso a Bonfatti en la tapa de los diarios del país. Necio sería negar que esa vidriera contra el delito organizado podría catapultarlo en la política; o someterlo en el intento.
En la intimidad del gobierno sienten que están pagando las consecuencias por haber sido demasiados indulgentes al inicio de la gestión con la necesaria purga en la policía que, al decir de un alto funcionario, “tiene 140 años de una lógica de conducta, potenciada en ípocas del proceso militar”. Cuando Binner – o sea el socialismo – llegó al poder entendió que los “cambios” en la política debían darse en la salud con la premisa de erigir nuevos hospitales y centros sanitarios; mejorar el salario y las condiciones de los maestros; desparramar cultura por toda la Provincia y darle un impulso definitivo a la “modernización de la gestión”. La policía fue confiada a la propia policía con Ministros de Seguridad casi testimoniales.
Ahora Bonfatti, arreciado por un marco social – y político- violento por donde se lo mire es el destinatario político de la balacera desesperada y torpemente amedrentadora. Es verdad que fue advertido por propios y extraños de lo que estaba sucediendo con la droga y la corrupción policial en Rosario, y comenzó a actuar en consecuencia desde el “Tognoligate” a la fecha, desbaratando grupos de narcos y policías que seguramente no se habían formado en los últimos seis meses. La corrupción policial quizás no tenga 140 años, pero tampoco comenzó el 10 de diciembre del 2007. Prueba y error.
Las purgas policiales y el combate contra el narcotráfico nunca salen gratis; como suelen definir ingeniosos graffitis: la policía- y los narcos- andan suelta y están armados. La policía maneja información privilegiada de los tugurios del delito, y además es la encargada – hasta que se ponga en marcha el nuevo sistema procesal penal – de proporcionarle información a los jueces, con lo cual directamente inciden en los procesos judiciales. ¿Sino como se explica que en menos de 24 horas de producido el atentado contra el Gobernador se hayan detenido cuatro sujetos sospechosos e incautado un arsenal que se supone de su existencia alguien debería haber sabido?.
La sociedad – y mucho menos la rosarina- seguramente no se escandalizó por lo sucedido el viernes a la noche en la casa del Gobernador; sospechaba íntimamente que esto ocurriría de momento en que la demencial virulencia delictiva iba “in crescendo” a medida que el gobierno decidía ir – es de esperar con la inestimable colaboración de la justicia provincial y federal- hasta el tuítano en el combate contra el narcotráfico y la maldita policía.
Lo advertimos en estas páginas el día que fue designado Raúl Lamberto como Ministro de Seguridad. Que nadie piense – en la policía- que sería un fusible; el fracaso de Lamberto sería el del propio Gobernador; el “Pato” ES Bonfatti. No un Ministro más. Similar rango ostenta Rubín Galassi. Fueron las dos primeras personas a las que llamó el Gobernador en la aciaga noche del viernes una vez recuperado del shok.
Ultimas dos semanas de campaña
¿Cómo influirá el atentado contra el Gobernador en las últimas dos semanas de campaña electoral?. En Rosario seguramente no pasará desapercibido para la población sufragante, que confiará en la reacción gubernamental para atacar el delito que ya dejó un pavoroso reguero de muertos en lo que va del año.
En el resto de la Provincia nadie espera milagros en el combate de un violento fenómeno cuyas causas quizás haya que buscarlas en la ruptura del contrato social entre el Estado (ergo los gobernantes) y la ciudadanía que no se detiene en cuestiones sociológicas, ni siquiera humanas y pide a cambio “mano dura” contra quienes reaccionan de la misma manera ante los que saben los aborrecen. Una demencial ruleta rusa social.
Por nada el gobierno detectó que el 40 % de votos “nulos” en las elecciones del pasado 11 de agosto en verdad eran voto en blanco, o sea el 6 % a nivel provincial, “y es mucha gente”, se asombró el Director de Reforma Política y Constitucional Oscar Blando.
Un signo de la desconfianza e incertidumbre de la ciudadanía lo arroja una reciente encuesta de Andrís Mautone en Rosario. Casi el 50% de los encuestados cree que la situación económica empeoró con respecto del año pasado; de los cuales el 42% piensa que estará peor dentro de un año. El 54% cree que debe ahorrar mediante la compra de inmuebles y dólares; y el 30 % opinó que el lugar mas seguro para guardar los ahorros es la compra de dólares y los bancos.
El mídicamente estricto reposo presidencial acrecentará la sensación de acefalía política que percibe la población, (acentuándose en las cajas de los supermercados), acostumbrada al rigor híperpresidencialista (no ajeno a otros períodos históricos en un país patológicamente caudillista) de la Dra Cristina. Aunque arbitrariamente, la sociedad quiere tener al menos la impresión de que alguien los está gobernando.
Si como presagian los analistas, las paralelas económicas tienden a juntarse peligrosamente y ello presupone riesgo político, el peronismo entrará – si es que ya no ingresó- en estado deliberativo; sería pues aconsejable mirar los próximos pasos de la Liga de Gobernadores y líderes parlamentarios peronistas.
El 27 de octubre el gobierno de la convaleciente Presidente Cristina Fernández ingresará definitivamente en la norteamericana categoría de “pato rengo”. El ajedrecista Gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli, quien al decir de Reutemann “hizo lo que tenía que hacer”, al quedarse al lado del gobierno, ya avisó: “este gobierno tiene que terminar lo mejor posible”.
Fuente: c3m.com.ar