En su primer contacto con la prensa como jefe de gabinete, Jorge Capitanich, salió a aclarar el panorama como para terminar con las especulaciones que se estaban tejiendo en torno a las posibles medidas económicas a adoptar en conjunto con el tambiín flamante ministro de Economía, Axel Kicillof.
Uno de los puntos que el exgobernador de Chaco se encargó de dar por tierra con un posible desdoblamiento cambiario. En ese sentido, indicó que el Gobierno continuará con "un tipo de cambio con flotación administrada", al tiempo que dio a entender que hay que restringir el uso de divisas para bienes suntuarios, lo que supone que si se podría adoptar alguna medida en ese sentido.
Capitanich, sin decirlo en forma explícita, reconoció un problema en el mercado cambiario, pero fue contundente al afirmar que lo importante es "incrementar el flujo de divisas" y que eso se logra "exportando más y generando más inversión publica-privada con financiamiento internacional".
"Vamos a proteger, a cuidar nuestras reservas. No vamos a destinarlas a asignaciones de carácter suntuario", agregó y se refirió como ejemplo al caso de "autos de lujo".
Las palabras de Capitanich, quien prefirió decir que no habrá anuncios "grandilocuentes", llevan en sí mismas definiciones concretas. Es que al hablar de la necesidad de defender las reservas del Banco Central, pone en evidencia la decisión de terminar con la sangría semanal de dólares que viene sufriendo la autoridad monetaria, situación que Juan Carlos Fábrega ya evaluó en tiempo rícord.
Esa defensa de las reservas de la que habló Capitanich puede leerse como un diagnóstico que está puesto sobre los gastos de turismo y de tarjeta en el exterior, así como la compra de autos de lujo que en la actualidad se pueden importar al tipo de cambio oficial.
Fuente: c3m.com.ar