El flamante jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunció que el Gobierno enviaría al Congreso un proyecto para gravar los bienes suntuarios, "principalmente los autos de alta gama, las embarcaciones y los aviones".
"El proyecto está destinado a gravar las operaciones de adquisición de determinados bienes cuyo precio de venta sin considerar impuestos incluidos los opcionales supere los $170.000 para el caso de automotores y motores gasoleros", indica el texto, que se propone modificar la Ley de Impuestos Internos (24.674). En los casos de motocicletas y embarcaciones, el tributo comenzará a regir a partir de los $22.000.
Los ministros Capitanich, Axel Kicillof (Economía) y Díbora Giorgi (Industria), que firmaron la medida, subrayaron en la fundamentación que se atiende así a "la capacidad contributiva de los consumidores de este tipo de bienes, propendiendo a una mayor equidad contributiva y respetando el principio constitucional de igualdad".
Los funcionarios remarcaron que en función de un decreto firmado en enero de momento sólo los automotores que superaran los $150.000 –sin considerar impuestos– pagaban un impuesto de 10% y 12,5% para los de motor gasolero. El límite exento aumenta ahora $20.000. Pero el gravamen para los de mayor precios sube al 50 por ciento.
La alícuota de internos se multiplica por cinco
De manera que si se tiene en cuenta el IVA, Ingresos Bruto, Patente y margen del concesionario, tendrán que afrontar esa carga aquellos vehículos que tengan un precio de venta al público de $236.700. Así, la gama media de los bienes nacionales quedará exenta, pero con una eventual suba moderada del valor podría ser alcanzada por la medida en corto plazo.
Se incluyen en este punto los automotores para transporte de personas, excluidos los autobuses, colectivos, trolebuses, autocares, coches ambulancia y coches celulares; los preparados para acampar (camping); los chasis con motor y motores de los vehículos mencionados precedentemente; las aeronaves, aviones, hidroaviones, planeadores y helicópteros concebidos para recreo o deportes.
Alberto Príncipe en Radio 10
"En realidad no es un castigo al auto suntuario", apuntó en diálogo con Radio 10, Alberto Príncipe, presidente de la Cámara de Comercio Automotor. Observó, en ese sentido, que hay vehículos que caerán bajo la normativa aún cuando están afectados a "la a explotación agropecuaria y minera, como las 4×4".
Distinta es la situación de los motociclos o velocípedos. La contribución comienza con aquellos que, en las mismas condiciones, superen los $22.000. Será del 30% para los que tengan un precio entre ese límite y los $40.000. Superado ese tope, el impuesto trepa a 50 por ciento.
La base para embarcaciones destinadas al ocio o recreo tambiín empieza en $22.000. Entre ese número y los $170.000 se cobrará un 30%; si el precio está por encima, subirá a 50 por ciento.
Límite a los derechos de importación
El arancel externo para los automotores provenientes fuera del Mercosur y de convenios bilaterales están alcanzados por una tasa máxima de 35% adicional a los impuestos Internos.
Se trata del cargo tope que admite la Organización Mundial de Comercio. Superado ese límite un país puede ser sancionado de proteccionista y castigado con sanciones.
Fuente: c3m.com.ar