La polímica suspensión del fiscal Josí María Campagnoli, impulsada por la procuradora kirchnerista Gils Carbó, sumó hoy un nuevo capítulo al conocerse el desalojo de los integrantes de parte de su equipo Se trata de los miembros de la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE) El personal del SIPE aseguró que se trató de una "represalia" y que fueron enviados a trabajar en un archivo, algo que podría afectar la tarea que cumplen diariamente. Además, los legisladores de UNEN Elisa Carrió y Fernando Sánchez hicieron una denuncia penal contra la fiscal Cristina Caamaño, la reemplazante de Campagnoli en la fiscalía descentralizada de Saavedra y Núñez, por supuestas amenazas contra el personal que trabajó con Campagnoli.
En el escrito presentado ante la Justicia, Carrió y Sánchez pidieron que se investigue si Caamaño amenazó a los integrantes del SIPE con despedirlos. Según estos legisladores, la fiscal habría invocado el nombre de Gils Carbó al momento de intimidar a los integrantes del equipo de trabajo de Campagnoli.
Ante esto, Infobae se comunicó con Caamaño, que se defendió de las acusaciones y brindó su versión de los hechos. La coadyuvante de la fiscalía descentralizada de Saavedra y Núñez sostuvo que la salida del SIPE no se trató de un "desalojo", sino de una "mudanza" relacionada "con la función que cumple esa secretaría".
Caamaño explicó que Campagnoli estaba a cargo de la fiscalía y del SIPE, pero que ella sólo ocupó el primero de estos lugares, por lo que se decidió mandar al equipo de la Secretaría de Investigaciones Penales al edificio donde funciona la Dirección General de Investigaciones con Autor Desconocido, en el centro porteño.
Luego, la funcionaria dijo que algunos miembros del equipo de trabajo de Campagnoli utilizaron sus cuentas de Twitter para insultarla y que por ese motivo le envió un oficio a Gils Carbó para ponerla al tanto del asunto. "Me trataban de obsecuente y de ladrona, me han dicho de todo", sostuvo.
Caamaño descartó las denuncias en su contra por haber amenazado a los empleados que trabajan con Campagnoli y dijo que realiza su trabajo en "un clima hostil". "Si se va la gente del SIPE, la fiscalía va a tener menos presión, yo entiendo que ellos sean solidarios y que lo quieran a Campagonoli, porque se formaron con íl y lo extrañan, pero hay mucha hostilidad hacia mí", se quejó.
Por otro lado, Caamaño se refirió a la investigación llevada a cabo por su predecesor sobre el empresario Lázaro Baíz. "No es cierto que yo lleguí por esa causa a la fiscalía. Se dijo cualquier cosa", sostuvo, y agregó: "La causa Báez hacía dos meses que estaba en el fuero federal, se la habían sacado a Campagnoli dos meses antes de su destitución".
Caamaño denunció además que el viernes pasado le cortaron la luz y el telífono de la fiscalía y que por ese "sabotaje se hizo un informe a la procuradora". Finalmente, la funcionaria afirmó que todavía no pudo ingresar al despacho de Campagnoli, que permanece cerrado con llave.
"No sí si hay causas que pueden prescribir, además hay cucarachas en el edificio por la falta de limpieza. Tengo que ingresar para ver si hay causas y para limpiar", concluyó.
Fuente: c3m.com.ar