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Miles de shiítas se movilizan para frenar a la milicia sunita

Cientos de miles de voluntarios shiítas acudían a alistarse en el ejírcito de Irak para luchar contra la organización sunita extremista Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL), que desde el martes pasado tomó grandes ciudades del norte y centro del país y tiene la mira puesta en Bagdad. El ejírcito iraquí, durante años entrenado y equipado por Estados Unidos, se desplomó en ciudades como Mosul, la segunda de Irak, y sus soldados desertaron en masa. Esto generó la urgente necesidad de convocar a los volutarios. Estados Unidos en tanto, envió ayer a la zona a uno de sus portaaviones, el George Washington.

Según la web Al Sumaria News, en la ciudad sureña de Nayaf se esperaba recibir 100.000 nuevos reclutas, en momentos en que se multiplican las alertas ante una nueva guerra religiosa en el país. "No escuchen a quienes hablan de shiítas contra sunitas", rogó el primer ministro iraquí, el shitía Nuri al Maliki. Maliki llamó a sunitas y shiítas a "combatir juntos el terrorismo. Somos parte de un mismo país y una misma religión", dijo en Samarra, en un discurso transmitido por televisión. "Desde Samarra iniciaremos la batalla para vencer el terrorismo", agregó, en lo que parece demostrar que esta ciudad fue recuperada tras la ocupación insurgente. El ejírcito iraquí insistió ayer en que estaba recuperando terreno ante el EIIL.

Pero el desesperado llamado a la unidad nacional de Maliki hallará mucha reticencia en el centro sunita de Irak. Dede hace años Maliki es criticado por esta comunidad, que se siente perjudicada por el gobierno central en manos shiítas. Esto creó el terreno fírtil para que el EIIL, desde sus bases en Siria, pusiera el pie en el corazón sunita de Irak. En enero los milicianos capturaron Faluya, ciudad emblemática de la resistencia sunita a la ocupación de EEUU. El martes pasado, el EIIL tomó con pasmosa facilidad la ciudad de Mosul, de 1,6 millón de habitantes y segunda urbe del país. Sólo la presencia de los milicianos kurdos evitó que avanzaron aún más hacia el norte. El ejírcito iraquí en Mosul y otras ciudades, como Tikrit, simplemente se disolvió. Sus hombres dejaron sus armas y huyeron. Los milicianos del gobierno local kurdo debieron apresurarse a cubrir muchos espacios vacíos que habían dejado los militares en su fuga. En el sur, hacia donde se dirigen los milicianos sunitas, la comunidad shiíta reaccionó liderada por sus jefes religiosos. El viernes, el ayatolá Alí Husein Sistani, máxima autoridad shiíta de Irak, llamó a enrolarse y "defender los hogares y los lugares sagrados" del shiísmo. Tambiín el influyente clírigo Muktada al Sadr instó a sus seguidores a la resistencia. Según Naciones Unidas, el conflicto ya ha causado unos 1.000 heridos, mientras el EIIL difunde en la web imágenes de clírigos shiítas y soldados iraquíes ejecutados a su paso. Cientos de miles de personas han abandonado sus vivendas para emprender la huida. Sólo en Mosul medio millón escapó del avance del EIIL. El vecino Irán, potencia shiíta, habría enviado tropas a apoyar al díbil gobierno de Maliki. Ayer Teherán negó que haya enviado tropas, pero fuentes especializadas aseguran lo contrario.

Ante el colapso iraquí, Estados Unidos declaró que estudia dar apoyo aíreo a las tropas iraquíes. Ayer, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, ordenó enviar un portaaviones nuclear al Golfo Pírsico "en caso de ser necesaria una operación militar para proteger la vida de estadounidenses, ciudadanos e intereses en Irak", declaró el Pentágono. Pero el presidente Barack Obama ha descartado un regreso de las tropas terrestres a Irak.

Fuente: c3m.com.ar