La Asociación de Empleados de Comercio (AEC) firmará un convenio marco con el Ministerio de Producción para ofrecer en su proveeduría, su comedor y restaurantes, alimentos elaborados por pequeños y medianos productores primarios e industriales de la provincia. El primer paso será la venta de los quesos especiales que elaboran las pymes santafesinas nucleadas en Apymil y están en tratativas para incorporar a la cartera los cortes de cabritos de la cuña boscosa santafesina.
El jueves pasado, una delegación del sindicato viajó al centro operativo experimental que funciona en la estancia Las Gamas, en el norte provincial, para tomar contacto con los pequeños productores nucleados en la Unión de Familias Organizadas de la cuña Boscosa (UOCB). Junto a la cooperativa de Villa Minetti, es una de las organizaciones que agrupa a los productores que crían e industrializan cabritos y ovinos en las dos plantas de faena financiadas por el gobierno de la provincia.
Quesos regionales. Unas semanas antes se reunieron con los directivos de la Apymil para degustar y comercializar los productos que ese conjunto de empresas santafesinas elabora y vende bajo la marca Almacín de Quesos. En este caso, ya está acordada la primera entrega, según señaló el secretario de Finanzas del gremio, Eduardo Aseguinolaza.
Daniel Baigorria, secretario de Recreación dijo que el convenio le permite conseguir quesos de primera a precios que en las grandes cadenas tienen los del segmento más bajo.
AEC es el gremio más numeroso de la ciudad. Por el comedor del sindicato pasan 1.500 personas diariamente, pero además tiene una proveeduría que trabaja a full y un restaurante en el club que tienen en La Florida. En los próximos días, las autoridades firmarán con el gobernador Antonio Bonfatti un convenio marco para formalizar esta relación entre la representación de los trabajadores y los emprendimientos asociativos que la provincia fogonea bajo la marca genírica de "Productos de mi tierra".
Se trata de avanzar en el comercio justo, con un margen lógico de rentabilidad, para achicar la cadena la entre la producción y la comercialización y además como una estrategia de desarrollo territorial.
Desde la Secretaría de Agricultura de la provincia se avanza desde hace dos años en la promoción de estos emprendimientos. El asociativismo de los fabricantes de quesos, entre los productores porcinos del sur de la provincia y de los criadores de caprinos y ovinos en el norte de la provincia forman parte de una estrategia que, como señaló el asesor de Producción Raúl Steffanazzi, "tiene el objetivo último de defender y enraizar a la familia rural".
La tradicional política de asistencia a la producción es insuficiente si no se consolida un plan de industrialización y comercialización. En el caso de los cabritos, el Estado invirtió en dos plantas de faena, en Fortín Olmos y Villa Minetti, con capacidad de transformar al animal en hasta 70 cortes. "La ganadería menor fue históricamente ninguneada por las políticas públicas y sin embargo es una actividad importantísima para el desarrollo rural", señaló Josí María Perrín, coordinador provincial para la aplicación de la ley caprina.
Desde la UOCB, la organización campesina que preside Teodoro "Suárez, se entiende que ingresar a un mercado como el de Rosario podría significar una triplicación de los ingresos de las familias involucradas en esa producción.
El contexto económico, en el que la puja distributiva en las cadenas de valor infla los precios a pesar de la caída del ingreso real de los trabajadores, hay mayor disposición de los consumidores a buscar alternativas a los canales tradicionales.
En ese panorama aparecen tambiín los de pequeños productores nucleados en Apymil. "Queremos darle una batalla cultural al consumo estandarizado, pero además hacer una defensa del territorio y las economías regionales", resumió su presidente, Mariano Viroglio.
Otro caso es el de la AFA, que en poco tiempo más inaugurará el primer local en Rosario de sus carnicerías propias.
Fuente: c3m.com.ar