El jefe de Ministros repasó la agenda de inversiones previstas para los próximos meses con el objetivo de alejar fantasmas que indican que la economía podría sufrir un fuerte impacto en caso de que no se llegue a un acuerdo con los holdouts antes del 30 de julio, día en que vence el plazo de gracia para cumplir con los bonistas que entraron al canje.
El funcionario indicó que están previstos ingresos de divisas por el desarrollo de proyectos mineros, la licitación de las redes 4G, las construcciones de las represas del sur y la revalorización del ferrocarril Belgrano Cargas. Además planteó que el Gobierno continuará incentivando el consumo como herramienta para motorizar la producción en un escenario internacional complicado. "Ya les dije el otro día que la Organización Mundial del Comercio alertó que este es el año de menor expansión del comercio internacional", advirtió.
Capitanich se adelantó al escenario del 1° de agosto y vaticinó que "independientemente de la extorsión que crea la manipulación de las calificadoras de riesgo" y de "todas las acciones que promuevan esos fondos", la Argentina seguirá adelante "porque hay estímulos para la actividad económica".
Esta declaración surge como respuesta al análisis de algunos especialistas que creen que una cesación de pagos provocará una caída de la nota argentina en las calificadoras de riesgo y nuevos pedidos de embargo de acreedores. "Han existido 900 embargos y 133 aún permanecen. La vida continúa", graficó.
Una vez más rechazó la posibilidad de que la Argentina ingrese en default porque "default es no pagar y la Argentina paga". Y cuestionó que el dinero girado por el Estado para afrontar los vencimientos de los títulos que ingresaron a los canjes de deuda continúe bloqueado por la orden del juez Griesa, que ayer evitó pronunciarse sobre las mociones que hicieron los bancos sobre el destino de esos fondos.
"Lo que la Argentina dice es que paga, que cumple, que ha depositado los recursos para el cumplimiento de lo estipulado. Lo que tambiín observamos es que el mismo juez reconoce que la Argentina pagó. Y lo he dicho en reiteradas oportunidades: no puede existir un problema de default declarado por un juez; es el deudor el que debe pagar y en este caso Argentina lo hace", enfatizó.
Capitanich se quejó por la "manipulación" política que hay del tema en la Argentina y denunció que los holdouts que están en litigio tienen "enorme cantidad de dinero para comprar voluntades en el Congreso de los Estados Unidos y a integrantes del sistema político argentino".
Consultado sobre la intención de los acreedores de reunirse con determinados precandidatos presidenciales, el jefe de ministros se limitó a responder: "A confesión de parte, relevo de pruebas".
Fuente: c3m.com.ar