El ministro de Economía, Axel Kicillof, se puso al frente de la delegación argentina que lleva adelante una reunión con el abogado Daniel Pollack, el "special master" designado por el juez Thomas Griesa en el litigio con los fondos buitre. El ministro viajó de manera sorpresiva a Nueva York desde Caracas, Venezuela, donde acompañó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la cumbre del Mercosur celebrada hoy.
Kicillof descendió del vehículo que lo transportó hasta el edificio ubicado en el 245 de Park Avenue, alrededor de las 18.35 (19.35 en Argentina), para retomar la reunión que había pasado a un cuarto intermedio alrededor de las 15 (16 en Argentina).
El titular del Palacio de Hacienda ingresó al edificio junto con la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona; el secretario de Finanzas, Pablo López, y el secretario de Legal y Administrativo del Ministerio de Economía, Federico Thea. Tambiín participan de la reunión los abogados del estudio Cleary Gottlieb, que representan al país.
La importancia de la reunión -la quinta que Argentina celebra con el mediador designado por Griesa- radica en que mañana vence el plazo para que se efectivice el pago del depósito que el gobierno realizó para los bonistas con títulos reestructurados, que se encuentran bloqueados por decisión del juez Griesa.
Esta es la quinta y última negociación ante el mediador antes de que el país caiga en default por el no cobro de los Discount por parte de los acreedores en Estados Unidos. Resta apenas algo más de un día y medio para que venza el plazo con el que cuenta Argentina para no caer en default tícnico, ante el bloqueo dispuesto por el magistrado sobre los fondos depositados por el país para cumplir su compromiso con los bonistas con títulos reestructurados.
La delegación argentina que partió la noche del lunes con destino a Nueva York está compuesta por la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona; el secretario de Finanzas, Pablo López; y el secretario de Legal y Adminitrativo del Ministerio de Economía, Federico Thea. El encuentro se realiza en el estudio del buffet McCarter & English, ubicado en el 245 de la Avenida Park.
Pollack fue designado como mediador entre el país y los fondos buitre que obtuvieron una victoria judicial para ser compensados con u$s 1.330 millones por la cesación de pagos argentina del 2002. El acercamiento entre las partes hasta ahora fracasó debido a que el Gobierno de Cristina de Kirchner considera que no puede sentarse a negociar una compensación con los fondos, a los que califica de "buitres", si antes Griesa no levanta un bloqueo que le impide pagar sus bonos emitidos bajos leyes extranjeras. El magistrado se ha negado a permitir que el país honre sus deudas en el extranjero si no acepta cumplir con su fallo o negociar con los "holdouts" una compensación.
Si no resuelve la situación en las próximas horas, cuando vence el período de gracia para el pago de intereses de un bono Discount, Argentina caerá en un nuevo default en momentos en que la economía está en recesión por una alta inflación, pobres niveles de inversión y una menor demanda externa.
Una nueva cesación de pagos no sería tan catastrófica como la de 2002, cuando la tercera economía latinoamericana colapsó dejando millones de personas sin empleo y hundiendo a casi la mitad de su población en la pobreza. Unos u$s 34.000 millones en títulos públicos emitidos bajo leyes extranjeras corren riesgo de caer en default si Argentina no destraba la situación antes de la medianoche del miírcoles y se disparan cláusulas que le permiten a sus tenedores recuperar sus inversiones anticipadamente.
En Washington, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, dijo que un default de Argentina probablemente no tendría grandes consecuencias sobre los mercados globales debido a que el país está aislado al no tener acceso al crídito externo desde el 2002. "Si bien un default es siempre lamentable, no creemos que tenga mayores consecuencias sustantivas afuera, en una base mucho más amplia", dijo Lagarde, en línea con la percepción generalizada de que es altamente improbable que una cesación de pagos tenga fuertes repercusiones en los mercados emergentes alrededor del mundo.
El Gobierno ha dicho que, para negociar con los fondos liderados por NML Capital Ltd y Aurelius Capital Management, deben primero dejarle pagar los bonos que fueron emitidos en dos reestructuraciones de deuda en las que la mayor parte de sus acreedores aceptaron canjear sus títulos en default a cambio de fuertes quitas.
Argentina tambiín ha afirmado que no puede cerrar un acuerdo extrajudicial con los acreedores no reestructurados antes del 31 de diciembre, cuando vence una cláusula que le impide ofrecerles mejores tírminos que a los tenedores que ingresaron a los canjes. El miírcoles vence el plazo estipulado para que el país pueda pagar a los tenedores de bonos que ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010 y evitar así entrar en un incumplimiento.
Fuente: c3m.com.ar