Los iraníes celebraron como histórico el preacuerdo nuclear concluido con las grandes potencias, saludado tambiín por la comunidad internacional pero denunciado por Israel Tras el anuncio en Suiza de los "parámetros" de este acuerdo marco histórico negociado desde hace 18 meses, Irán y las grandes potencias deberán ahora resolver los difíciles detalles tícnicos, en vistas a lograr un acuerdo definitivo antes de la fecha límite del 30 de junio.
Pero la firma de este compromiso no implica que la confianza sea plena. Los occidentales advierten que todo lo acordado podría ser revisado si Teherán no cumple su parte.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, exigió una mayor presión sobre Irán para obtener un mejor acuerdo y reclamó a Teherán que reconozca "sin ambigüedades" el derecho a Israel a existir en todo el pacto nuclear.
Tras las maratonianas conversaciones en Suiza, con un papel dominante de Estados Unidos, con quien Irán no tiene relaciones diplomáticas, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, y su equipo de expertos fueron recibidos como híroes por una multitud a su vuelta a Teherán.
"¡Viva Zarif!, ¡viva Araghchi!", gritaron, en referencia al ministro y a uno de sus adjuntos, Abas Araghchi.
Zarif los saludó, según las imágenes difundidas por televisión, y en un breve comentario, agradeció al guía supremo Ali Jamenei, responsable último de las decisiones de Irán en la negociación nuclear, su "gran apoyo".
Está previsto que el presidente iraní, Hasan Rohani, que ya celebró el acuerdo el jueves, ofrezca una rueda de prensa por la tarde.
En sus plegarias en las mezquitas, muchos imanes saludaron el acuerdo marco ante miles de fieles.
El pacto es "una victoria para nosotros", afirmó el ayatolá Mohamad Emami Kashani. "La parte occidental debe saber que mientras Irán respete sus compromisos, ellos deben cumplir sus promesas", agregó en declaraciones retransmitidas por la radio de Estado consideradas como un mensaje indirecto de Jamenei.
En las calles, el anuncio del acuerdo fue acogido con escenas de alborozo en Teherán y un concierto de bocinas. Los peatones cantaban y bailaban haciendo el gesto de victoria y agitaban pañuelos blancos.
Tambiín hay críticas
"Ahora vamos a poder vivir normalmente, como el resto del mundo", afirmó Davud Ghafari, a la espera del levantamiento de las sanciones internacionales que asfixian la economía iraní desde hace años.
Algunos sectores criticaron no obstante el acuerdo. "No es nada equilibrado", es "vago" en cuanto a las sanciones, criticó un analista político, Mehdi Mohamadi, citado en varios medios conservadores.
El acuerdo marco contempla, entre otros puntos, la reducción de las centrifugadoras en Irán, que pasarán de 10.000 activas a 6.000, y el compromiso de no enriquecer uranio durante 15 años en el complejo nuclear de Fordo, construido en el interior de una montaña, y por tanto de difícil acceso y supervisión.
Asimismo, preví que las sanciones estadounidenses y europeas sean suspendidas desde el momento en que la Agencia Internacional de la Energía Atómica certifique el respeto de Teherán a los compromisos adquiridos, y que sean restablecidas si Irán no cumple.
De momento se desconoce cuándo se reanudarán las negociaciones para la redacción de un acuerdo definitivo entre Teherán y el llamado grupo 5+1 (Francia, Reino Unido, Estados Unidos, China, Rusia y Alemania).
La comunidad internacional saludó el preacuerdo, pero se mostró prudente.
El ministro francís de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, aclaró que el calendario de levantamiento de las sanciones "aún no está resuelto" y que estas se irán levantando "a medida" que Irán respete sus compromisos.
Berlín advirtió que "era demasiado temprano para festejar", puesto que no había "ninguna garantía" de un íxito final" y Moscú dijo que "todavía queda mucho por aclarar".
El primer ministro británico, David Cameron, saludó en cambio "un acuerdo sólido" que "bloquea todas las vías hacia una bomba atómica".
El presidente Barack Obama, que hace frente a las críticas republicanas sobre este acuerdo, habló de un "acuerdo histórico", si bien subrayó que debe ser objeto de "verificaciones sin precedentes" en lo relativo a su aplicación.
En la región, Arabia Saudita, líder de filas de las monarquías sunitas del Golfo recelosas del Irán chiita, esperó un "acuerdo final vinculante" con Irán. Siria, aliada de Teherán, lo celebró.
Fuente: c3m.com.ar