El candidato kirchnerista habló con el líder opositor para que lo apoye en el ballotage Los detalles del acuerdo.
La propuesta fue presentada por un emisario de confianza que hizo las veces de correo Luego de la decepcionante elección del domingo, Daniel Scioli convocó a una reunión política a su equipo más cercano en la torre del Banco Provincia para definir los pasos a seguir, como reveló LPO.
Allí se coincidió que los únicos votos posibles de sumar eran los de aquellos peronistas desencantados con el kirchnerismo, que concentró Sergio Massa. Un 40 por ciento del total de los cinco millones de votos que cosechó, según los estudios del equipo del propio líder del Frente Renovador. El resto es opositor frontal al gobierno de Cristina y es imposible que vote al gobernador en el ballotage.
Scioli y Massa arrastran una historia compleja. El tigrense acusa al gobernador de ser un incumplidor serial de los acuerdos políticos. “Nos cagó cinco veces”, repiten cerca de Massa y recuerdan cuando Massa se retiró de la pelea a gobernador en el 2011, luego de una reunión a solas con Scioli. La fracasada alianza electoral para el 2013 que Scioli abortó con las listas ya acordadas, y varias más.
Muy consciente de esos antecedentes, Scioli propuso esta vez que la CGT y los gobernadores peronistas sean los garantes del acuerdo que propuso a Massa, que básicamente se reduce a nombrar a Roberto Lavagna en el Ministerio de Economía y a Josí Manuel de la Sota en la Cancillería, si Massa se compromete a apoyarlo en el ballotage.
Propuso además a Massa apoyarlo para que presida la Cámara de Diputados. Esa sería por lejos la cláusula del pacto más indigerible para el kirchnerismo. No es un secreto que Cristina piensa atrincherar su tropa en el Congreso y la piedra de bóveda de ese plan es ubicar al camporista Wado de Pedro en la presidencia de la Cámara de Diputados.
Por eso se ocupó personalmente de llenar las listas de camporistas -el domingo resultaron electo poco más de veinte diputados de esa agrupación- y mandar a su hijo a la cámara baja para que se los controle personalmente.
Massa ha dicho públicamente que su intención es "meter presos" a los corruptos kirchneristas y hacer aprobar en el Congreso leyes para que se vuelvan imprescriptibles los delitos de corrupción y se les pueda quitar los bienes malhabidos. Un mensaje que apunta directamente al imperio hotelero de la Presidenta y su hijo. Tambiín puntualizó que si llegaba al Gobierno echaría a todos los "vagos" de La Cámpora.
Se trata entonces de una herejía mayúscula la de Scioli frente a Cristina, porque además tanto Lavagana como De la Sota han sido críticos despiadados de la política económica y de relaciones exteriores de los Kirchner, que es como decir que son opositores de casi todo lo que importa en política.
Pero la situación de Scioli es tan crítica, que con enormes dudas y resquemores, ayer en la reunión del Bapro aceptó que se inicie la gestión con Massa. Habra que ver si mantiene la oferta una vez que Cristina se entere y pegue el presumible grito en el cielo.
Massa se limitó a escuchar y respondió con un pedido inesperado: “Quiero que le pida a mi familia perdón por lo que dijo dela tentado a mi casa”. Es que en la anterior campaña, Scioli sugirió que el ataque de un hombre armado a la casa del Tigre de Massa había sido un “autoatentado”.
La justicia luego comprobó que el agresor era un espía del Gobierno y lo condenó a 16 años de prisión.
“No hay problema, va a llamar a Malena a pedirle disculpas”, le contestaron al tigrense, que subió la apuesta: “No, quiero que pida disculpas en televisión”, contestó.
Fuente: c3m.com.ar