"Parece que fue ayer cuando nos animamos a soñar que los argentinos merecíamos vivir mejor y hoy estamos acá a punto de empezar una etapa maravillosa en nuestro país", dijo Mauricio Macri al hablar desde el balcón de la Casa Rosada. Y, este es el sentimiento compartido por la mayoría de los colaboradores que ingresaron, la mayoría por primera vez, a la Casa Rosada.
La gente desbordó la histórica Plaza de Mayo y las calles aledañas al momento en que Macri recibió los atributos en la Casa de Gobierno de manos del presidente provisional del Senado – y segundo en la línea sucesoria – Federico Pinedo.
El Mandatario levantó el bastón de mando y lanzó un nuevo beso a su esposa para luego saludar al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y a los jefes de estado latinoamericanos que asistieron a la ceremonia. Fue en ese momento que la multitud cantó el Himno Nacional.
Macri salió al balcón de la Casa Rosada a la 1.30 de la tarde para dar su primer mensaje como Presidente de la Argentina a una multitud que gritaba "Sí, se pudo".
"Prometo siempre decirles la verdad, siempre ser sincero y mostrarles cuáles son los problemas para que trabajando juntos podamos resolverlos", afirmó. Acompañado por la vicepresidente Gabriela Michetti, su esposa, Juliana Awada y su hija, Antonia, el Presidente tambiín dijo: "Necesito que todos los argentinos nos acompañen, que nos avisen, que nos alerten cuando nos equivoquemos y que participen, porque, como les digo una y otra vez, no somos infalibles, pero tenemos mucha vocación de hacer cosas todos los días para que ustedes vivan mejor".
Al "sí, se pudo" que coreaba la multitud, Macri agregó: "Esto es lo que queríamos, que nos podamos expresar en libertad en la República Argentina, que podamos pensar diferente pero trabajar juntos" y destacó: "hoy estamos a punto de empezar una nueva etapa".
Luego cerró bailando música tropical. "Estoy complicado para bailar por la banda, pero cuando me la saque arranca la música", dijo ante el pedido de la gente que le pedía que baile. Finalmente le dio la banda a su esposa y se movió al compás de Gilda y su clásico "No me arrepiento de este amor".
Diálogo
Este viernes el presidente Macri, dando una muestra de que el llamado al dialogo no es un slogan recibirá en la Casa Rosada a las 10.30 a Daniel Scioli. Como había anunciado su intención es conversar con todos los ex candidatos presidenciales. Luego cerca de las 11.30 Monseñor Poli en la Catedral brindará un oficio religioso que solicitó Mauricio Macri en agradecimiento a la sociedad por la responsabilidad que le confirió.
Por la tarde está previsto que reciba a Sergio Massa. En tanto, el sábado en la Quinta de Olivos recibirá a todos los gobernadores en un almuerzo.
Como indicó Macri en más de una oportunidad el dialogo será uno de los ejes de su gobierno y esta instrucción fue la que bajo a todos sus colaboradores. "No es una frase hecha, vamos a informar de todo lo que hagamos, vamos a escuchar críticas y sugerencias", no se cansaron de repetir los distintos colaboradores del presidente.
"Desaparecieron las vallas dentro de la Casa Rosada", comentaba un viejo empleado no sin cierta sorpresa. El hecho de circular libremente por la sede del Poder Ejecutivo era casi una novedad para los empleados que ingresaron a trabajar con el gobierno de los Kirchner.
Con el clima de una etapa distinta Mauricio Macri sorprendió con su puntualidad, con cumplir el orden establecido, por el hecho de que nadie levantaba la voz ni se imponía para ingresar a un Salón. Tambiín el personal estaba desacostumbrado a los saludos.
Luego de la jura los distintos funcionarios que estarán en la Casa Rosada comenzaron a recorrer los despachos para ver al personal estable, presentarse y preguntar cuál era su rol o su situación laboral.
No sin sorpresa descubrieron que muchos empleados que ingresaron hace 12 años fueron dejados sin pasar planta transitoria o permanente, y más aún se sorprendieron cuando se percataron de los bajos salarios que percibían.
La zona de presidencia estaba liberada a la prensa, por lo que se puedo ver que el Salón Blanco estaba completo, pero no abarrotado, incluso se habilitó una parte del Salón Sur para los invitados que no entraron. El dato: no había pantallas para que quienes estaban ese anexo siguieran la ceremonia, algunos en voz baja curiosamente no encontraban los televisores.
Como hacía mucho los periodistas pudieron acceder a los invitados así fue que Franco Macri, padre del flamante mandatario aseguró que: "Todo el mundo lo está esperando para apoyarlo" y no negó su alegría de ver a su hijo Presidente de la Argentina
Luego de la toma de atributos, vinieron saludos informales donde se pudo ver a los ministros de la Corte saludando al nuevo de jefe de Estado e incluso charlas impensadas como la que ocurrió entre el rey emírito de España Juan Carlos y Susana Gimínez.
Por la mañana ya la Casa Rosada no tenía vestigios del gobierno saliente. "Se fueron anoche (por el miírcoles)" comentaba el personal permanente que, no sin vergüenza ajena, se veía obligado a responder en silencio algunas preguntas incómodas como: "¿En este despacho no hay telífonos? La Casa quedó vacía mientras el personal de limpieza, al menos, trató rápidamente de dejarla lo más pulcra posible.
El personal de planta de ceremonial, de prensa y de la Casa Militar siguió prestando colaboración como siempre, incluso cuando se vieron envueltos en una pelea que les era ajena por el acto de traspaso de mando.
Se observaron tambiín cambios de actitud. Gente de planta que antes ni siquiera saludaba a otros compañeros, tal vez confundidos por el cargo, ahora se acercaban pidiendo disculpas. Hubo un clima más distendido, y el temor se circunscribía a quí pasara con sus puestos.
Es que muchos estaban en comisión en otras dependencias y ahora deberán volver a sus destinos originales, salvo que las nuevas autoridades los ratifiquen.
Tambiín ocurre que muchos empleados que estuvieron trabajando codo a codo durante los 12 años de la gestión kirchnerista no fueron dejados ni siquiera en la categoría de "planta transitoria", es decir sobreviven con contratos que pueden ser revocados en cualquier momento. Esto provoca situaciones personales muy angustiantes, sobre todo en los casos del personal que percibía sueldos menores.
Desde temprano se lo pudo ver al Secretario General de la Presidencia Fernando De Andreis y su personal supervisando todos los detalles de la ceremonia tanto de la entrega de atributos como la jura de los ministros.
Los despachos vacios tambiín caracterizan las oficinas del ministerio de Economía, la Secretaría de Comercio y en casi todas las reparticiones públicas.
Según comentan, una de las últimas órdenes de Cristina fue dejar el gobierno desde anoche porque "así lo indicó la Justicia" y con esta consigna los funcionarios políticos no concurrieron a sus lugares de trabajo complicando aún más el traumático traspaso.
Un gesto que marca una diferencia las vallas de metal que cerraban miles de acceso dentro de la Rosada ahora reposan acostadas en las paredes.
Fuente: c3m.com.ar