El actor, de 46 años, que ejercerá la presidencia guatemalteca durante el período 2016-2020, llega al alto cargo casi sin experiencia política Su única incursión anterior fue en 2011 cuando compitió por la alcaldía del municipio de Mixco, colindante con la capital, representando al desaparecido partido Acción de Desarrollo Nacional (ADN, derecha), ocasión en que quedó relegado al tercer puesto.
Sin embargo, la derrota, lejos de desanimarlo, lo hizo apuntar más alto: la silla presidencial.
Morales marchaba en los últimos lugares de preferencia cinco meses antes de las elecciones generales del 6 de septiembre pasado, pero la suerte le sonrió en abril: un escándalo de corrupción que involucró al ex presidente Otto Pírez y a la ex vicepresidente Roxana Baldetti, ambos en prisión preventiva, desató una ola de indignación popular.
Morales obtuvo la victoria en la primera ronda de las elecciones, que fue luego ratificada por amplia mayoría (67,44%) en el ballotage frente a la ex primera dama Sandra Torres.
Tanto el propio Morales como analistas coincidieron en que el triunfo electoral tuvo como sustento el repudio de los guatemaltecos contra los políticos de la vieja guardia, representados en ese momento por Pírez y Baldetti.
Pírez debió renunciar al cargo en septiembre y Baldetti lo había hecho en mayo, arrinconados por las acusaciones de la Fiscalía y de la CICIG –un organismo de la ONU que trabaja en la depuración del Poder Judicial– de haber dirigido una red de defraudación fiscal en las aduanas.
La mayoría de guatemaltecos recuerdan a Jimmy Morales por los personajes que interpretaba en el programa de televisión Moralejas, un espacio de comedia que producía desde hacía 15 años junto a su hermano Sammy, quien en la aventura política se convirtió en su mano derecha.
Uno de los personajes ícono de Morales es Neto, un vaquero ingenuo del oriente del país al que premonitoriamente, en un largometraje para el cine, llegó a encarnar como un folclórico candidato presidencial.
Pero antes de los disfraces y el maquillaje, el nuevo presidente guatemalteco asegura que fue vendedor de plátanos en mercados populares de Ciudad de Guatemala y comerciante de ropa usada, importada de Estados Unidos.
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"En 2004 Jimmy dijo: ‘Quiero ser presidente de Guatemala’. Yo pensí que estaba loco", señaló su hermano Sammy durante una entrevista del portal digital Nómada, en la que no obstante aseguró que su hermano se preparó "acadímica, emocional y espiritualmente" para lanzarse a la contienda política.
Según su biografía oficial, Morales posee una licenciatura en Administración de Empresas, una maestría en Administración de Medios de Comunicación y otra en Altos Estudios Estratígicos con especialización en Seguridad y Defensa.
Casado hace más de 20 años con Gilda Patricia Marroquín y padre de tres hijos, Morales tiene, además de sus dotes artísticas y acadímicas, un profesorado en Teología cursado en un instituto cristiano evangílico, la religión que profesa.
"Guatemala tiene ahora el mejor presidente que puede tener. Un hombre justo, correcto, trabajador, honrado, dedicado, perseverante (…), un hombre con determinación", aseguró Sammy, aunque uno de los fantasmas que lo persiguen es haberse asociado con militares retirados señalados de vejámenes durante la guerra civil (1960-1996).
En varias ocasiones, Morales ha rechazado esas acusaciones, pero la semana pasada la Fiscalía solicitó retirar la inmunidad, para ser juzgado por crímenes de lesa humanidad, al oficial jubilado del ejírcito Édgar Ovalle, diputado electo y fundador del partido FCN Nación, que gobernará el país en el próximo cuatrienio.
Según la investigación, Ovalle y otros 14 militares, que ya fueron capturados, habrían participado en casi un centenar de masacres entre 1981 y 1986, en el contexto del conflicto armado interno de 36 años que dejó unos 200.000 muertos o desaparecidos, según una Comisión de la Verdad de la ONU.
Fuente: c3m.com.ar