El presidente, Mauricio Macri, encabezó el acto por el Día de la Bandera, en la ciudad de Rosario. Un fuerte operativo de seguridad se montó para recibir al mandatario, como respuesta a las protestas que se realizaron en Santa Fe en los últimos días contra medidas del Gobierno.#
Acompañado por el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y la intendenta de Rosario, Mónica Fein, el Presidente se dirigió a los más de 5 mil estudiantes primarios que se congregaron para hacer su juramento en el Monumento a la Bandera de dicha ciudad.
Desde allí, llamó a "trabajar juntos" para alcanzar "la pobreza cero en la Argentina" y para "derrotar al narcotráfico", que -sostuvo- "le hizo tanto daño a Rosario y al país".
"Los invito a todos para espergar que se hagan las 12 de la noche el próximo 8 de julio, para comenzar el siguiente siglo de nuestro país", sostuvo Macri respecto al próxmo aniversario de la indepdnencia argentina. Y añadió: "Tenemos que aspirar a hacer muchísimo más en los próximos 200 años".
En un hecho inédito para este tipo de celebraciones, los encargados de protocolo y ceremonial -provincial, nacional y municipal- dispusieron una serie de limitaciones al acto como medidas de seguridad.
Se mantuvo al público a 300 metros de distancia detrás de un vallado custodiado por agentes policiales y efectivos de fuerzas federales, y sólo podían ingresar al predio los alumnos por un familiar. Todos los asistentes portaban una pulsera identificatoria. Además, se prohibió el uso banderas y/o estandartes ajenos a la festividad.
El Presidente llegó con custodia propia y se prohibió saludarlo; tampoco podía recibir cartas o misivas de ningún tipo que sí, en cambio, el personal que lo acompañaba.
El operativo para blindar la llegada del Presidente ocurre en momentos en que los ciudadanos agrupados en distintas multisectoriales planean manifestarse, además de Rosario, en la ciudad de Santa Fe y en el municipio bonaerense de Vicente López, gobernado por el otro Macri, Jorge, primo del jefe de Estado.
Fuente: c3m.com.ar