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Perder oportunidades perjudica a todos

 

Los rosarinos perdimos la oportunidad de concretar obras fundamentales para el futuro de la ciudad y sus habitantes. Y esto sucedió en la sesión del Concejo Municipal por la inexplicable contradicción de concejales y dirigentes del PRO, que para el plano nacional no dudan en defender enfáticamente el endeudamiento externo en miles de millones de dólares, pero a nivel local se niegan a apoyar la obtención de  200 millones de dólares a tasas de un dígito, los cuales, además de más obras y servicios, iban a posibilitar la creación de diez mil puestos de trabajo. A nivel nacional defienden el endeudamiento, pero en Rosario, no lo aprueban porque, dicen, “se endeuda” el Estado local.#

El objetivo de la obtención de este préstamo es concretar más rápido la pavimentación definitiva de cientos de cuadras (la mayoría, en la actualidad, con pavimento provisorio); la reconversión lumínica de importantes sectores del ejido urbano, la construcción de más cloacas, el emplazamiento de más cámaras de video vigilancia y, fundamentalmente, la sustancial mejora del transporte público a través de la recuperación de dos líneas eléctricas de trolebuses, M e I, entre tantos otros proyectos de transformación de la ciudad.

La práctica de la toma de deuda no es novedosa en esta ciudad. Cuando Rosario decidió iniciar el proceso de descentralización y la construcción de seis centros municipales de distrito, la nueva Maternidad Martin, el equipamiento del HECA y cuatro accesos a la ciudad, lo hizo con endeudamiento externo. Compromiso que la Municipalidad honró sin inconvenientes a través de los años y sin hipotecar el futuro de ningún habitante de esta ciudad. Por el contrario, el nuevo paradigma de organización y modernización del estado, solo trajo beneficios para los rosarinos. Eso nadie lo puede negar, ni el más enfático opositor a la coalición que gobierna Rosario.

El endeudamiento controlado (monto fijo) y plazo especificado (no más de diez años) como lo propuso la intendencia de Rosario, está lejos de ser una mala práctica económica o financiera. Es lo que hacen normalmente todos los Estados cuando deben realizar inversiones en obras o servicios para las futuras generaciones. Es lo que hacen las empresas cuando deben encarar nuevos proyectos a mediano o largo plazo. Es lo que hacen las familias, cuando necesitan hacer un gasto o inversión que supera a los ingresos mensuales. En todos los casos se toman créditos y se asumen compromisos de pagos regulares. Eso es lo que pidió la Municipalidad al Concejo, pero en este caso para beneficio de todos los rosarinos.

Las cuentas de la Municipalidad de Rosario son muy claras: el Estado local tiene un bajo nivel de déficit y esta realidad la califica para obtener recursos con intereses muy bajos y a plazos convenientes.

Esta metodología de financiación ya la pusieron en práctica varias provincias y también la Municipalidad de Córdoba, que mediante la emisión de un bono (de deuda) obtuvo 150 millones de dólares a una tasa de 7,87 por ciento y a ocho años. En esta operatoria de la ciudad mediterranea participó el Banco Municipal de Rosario. Una ventaja más, tenemos la entidad financiera pública con experiencia concreta en estas negociaciones.

Como gobierno del Frente Progresista, siempre asumimos el compromiso de transformar Rosario a favor de todos. La historia nos avala. Lo seguiremos haciendo pese a la actitud de algunos sectores que tiran para atrás cuando evidencian la posibilidad de que Rosario y los rosarinos sigan avanzando en obras y servicios que mejoran la calidad de vida de todos.

Fuente: c3m.com.ar