La Fundación Directorio Legislativo inició un ciclo de charlas para delinear las oportunidades y desafíos de un nuevo marco regulatorio que incentive el desarrollo de nuevas tecnologías vinculadas al transporte, que fomenten la inclusión y conectividad de las personas. La directora General de Directorio Legislativo explicó en Otros Ambitos (Pop radio 96,1) de que se trata y cuales son los objetivos.#
Las ciudades más importantes del mundo coinciden al pensar y ejecutar políticas de movilidad respetuosas con el medio ambiente, que optimicen los medios de transporte y que sean económicamente sustentables. La tendencia internacional hacia la concientización sobre estas temáticas, es un indicador de lo que está marcando la agenda, mientras se proyecta la necesidad de generar urbes más amigables, seguras y sostenibles. En Argentina, diversas organizaciones apartidarias, como Directorio Legislativo, ya comenzaron a instaurar el tema, tanto a nivel nacional como provincial.
Por su parte, Fundación Directorio Legislativo, que promueve la transparencia parlamentaria y la consolidación de los sistemas democráticos en Argentina y América Latina, comenzó un ciclo de mesas de diálogo periódicas con las provincias de Rosario, Mendoza y Córdoba, para realizar un diagnóstico general de las políticas en materia de movilidad urbana sustentable. Es así como esta apertura de diálogo permitió identificar que existe una carencia de espacios de vinculación y articulación en los distintos actores involucrados en este ámbito. “La agenda gubernamental deja bajo la alfombra una conclusión clave: el déficit del transporte público y la movilidad urbana, son un factor fundamental para la productividad económica y el acceso de los ciudadanos a los servicios básicos”, afirma Agustina De Luca, Directora General de Directorio Legislativo.
“Construcción de Consensos” es el nombre del programa de Directorio Legislativo que abre las instancias de diálogo en las distintas ciudades. En cada caso, según la temática que se trabaje, el programa se articula e invita a otros actores, ya sean ONGs, colectivos, expertos, académicos, entre otros. En esta ocasión, participaron también: Fundación Nuestra Mendoza, el Centro Latinoamericano de Derechos Humanos, el colectivo BiciUrbanos, e incluso a diversos legisladores. Todos coinciden en la importancia de generar marcos regulatorios que incentiven el desarrollo de nuevas tecnologías capaces de entregar soluciones para el transporte que sean rápidas y efectivas, basadas en inclusión y conectividad.
Los desafíos en la materia no son pocos, y aunque Rosario, Córdoba y Mendoza, ya tomaron el liderazgo sobre muchas de las problemáticas, aún queda camino por recorrer. En muchos casos, los gobiernos municipales, explica De Luca, no cuentan con una infraestructura capaz de sostener la dinámica de cambio que sufren las ciudades constantemente. Frente a ello, las instancias de diálogo, que continuarán llevándose a cabo durante todo el 2018 en diversas ciudades del país, identificaron un plan de acción con hincapié en el diseño urbano, que permita: incorporar más y mejor tecnología en la movilidad diaria; desarrollar una red integrada de transporte público, donde prime el aumento de la red eléctrica con colectivos con baterías de litio; desalentar el uso del automóvil en pos del incentivo a la peatonalización y uso de bicicletas, acompañado de una mejora en la seguridad vial y la calidad y revitalización de los espacios públicos.
Para los expertos, la transformación hacia una ciudad participativa ocurre cuando aumenta el poder de elección de la ciudadanía: cómo viaja, trabaja, educa y se divierte. Por eso, otra de las conclusiones colectivas fue la necesidad de contar con más información y datos abiertos.
Un concepto para incluir en los diccionarios:
“Y es que las mesas de diálogo dieron cuenta de que existe hoy un cambio de paradigma”, explica Gabriela Barón, investigadora del CONICET. Cambió el concepto desde transporte sustentable, enfocado en la gestión, hacia la movilidad sustentable, donde el foco principal está puesto en el usuario y en cómo mejorar su calidad de vida.
El repensar la ciudad bajo el paragüas conocido como “8-80” toma fuerza para las provincias que abrieron el diálogo. Se trata de una configuración urbana donde las ciudades están preparadas para que, desde los menores de 8 años hasta los mayores de 80, puedan caminar con facilidad, andar en bicicleta por los barrios, movilizarse de forma segura hasta escuelas y trabajos.
Para ello, resuena con fuerza el modelo de “Ciudades para la Gente” que propone el arquitecto Jan Gehl. Con espacios urbanos más amables que posibiliten el encuentro con otros y generen nuevas miradas sobre lo público, este modelo plantea un debate que ya no sólo se reduce al diseño o a la arquitectura urbana sino a la vinculación que dichas disciplinas tienen con las personas que la habitan.
Fuente: c3m.com.ar