Finalmente la expresidenta Cristina de Kirchner presentó de manera oficial su libro "Sinceramente" con un discurso medido pero con tono electoral. Evitando cualquier pronunciamiento acerca de una posible candidatura, la senadora aprovechó para referirse, aunque sin nombrarlo, al llamado a un acuerdo político por parte del Gobierno. “Nadie puede estar en desacuerdo, pero tiene que haber algo más", dijo al tiempo que pidió "un contrato social de todos los argentinos”. "Un contrato con metas verificables, cuantificables, exigibles”, propuso quien hasta ahora no se había manifestado públicamente sobre el decálogo propuesto por Casa Rosada.#
"Es necesario que todos pongamos ese esfuerzo sin clichés ni lugares comunes", pidió ante un auditorio de mil personas entre quienes había artistas, intendentes K, exfuncionarios, referentes de derechos humanos y periodistas. "Si tuviera que ponerle un título sería un contrato social de ciudadanía responsable que involucra a todos, desde el empresario ciudadano y con su responsabilidad, por un dirigente sindical, un intelectual, un ciudadano que trabaja de operario para aquellos también que hoy son cooperativistas, o tienen un pan de trabajo. No hay mayor compromiso, primero desde el Estado, de generar las condiciones, y segundo de los empresarios para generar ese empleo, no hay posibilidades en este mundo tan difícil de generar crecimiento económico sin mercado interno fuerte", completó.
Las palabras de Cristina llegaron en el lanzamiento de su libro "Sinceramente", un éxito de ventas en un contexto de profunda crisis en la industria editorial, que fue mencionado por la propia presidenta de la Fundación El Libro María Teresa Carbano al introducir el discurso de la exmandataria. "Quiero felicitarla por ser la primera mujer presidenta en su cargo, es una buena señal: autora y presidenta", dijo la senadora al empezar su discurso con un guiño al auditorio de la sala Jorge Luis Borges del predio de La Rural.
Sin dudas, se trató de un acontecimiento inédito para la Feria del Libro. Miles de personas se congregaron dentro y fuera del predio. En el segundo caso, un escenario con pantalla gigante fue montado sobre la calle Sarmiento, cortada al tránsito. Todo el repertorio del cancionero kirchnerista fue entonado antes, durante, y después de la presentación.
El discurso de la exprimera mandataria duró unos cuarenta minutos y fue de un tono medido, como también sus críticas hacia el oficialismo y el empresariado, aunque éstas no faltaron. "Nos hacen falta empresarios como instrumento de crecimiento del país y no solo para ganar plata. Sino es muy difícil", sostuvo y eligió destacar a José Bel Gelbard, a quien tildó como "el último gran dirigente empresario que tuvo el país".
Respecto las críticas al Gobierno, Cristina identificó una crisis económica y cuestionó la utilización de metáforas climáticas por parte del presidente Mauricio Macri (tales como el término "tormenta") para referirse a la coyuntura: "La meteorología reconoce la imprevisión, pero la política y la economía no tiene esos patrones".
En la misma línea, la autora de "Sinceramente" destacó la decisión del gobierno de Donald Trump de privilegiar la generación de trabajo sobre la política monetaria. "Sería bueno que los que viajan tanto, imiten lo que hacen allá", señaló.
Entre los nombres propios que mencionó Cristina el más repetido fue el de Néstor Kirchner pero también el de Juan Domingo Perón. También hubo un agradecimiento especial a Alberto Fernández, quien aseguró fue el que la convenció de escribirlo. Hubo además menciones a Carlos Tomada., Roberto Lavagna y Eduardo Duhalde, todos nombres de la primera gestión kirchnerista. Sin embargo también una parte del discurso dirigido a "la juventud", a este sector pidió "tratar de comprender, de entender, para después resolver. Es imposible resolver bien si no se entiende, si no se comprende, la magnitud, la densidad y la profundidad de los problemas.”
Puntualmente, el llamado de Cristina a la juventud militante fue "dar lugar al debate para aquellos que no entienden para qué sirve la asistencia social". "El 3 de junio de 2003 Kirhner había firmado el pago de salarios de 2 millones 300 mil planes Jefes y Jefas de Hogar, que era un instrumento importante que había tenido el anterior gobierno del doctor Duhalde y el ministro Lavagna para paliar la terrible crisis de 2001. Y cuando nos tocó entregar el gobierno en 2015, de aquellos 2,3 millones de planes solamente había 207 mil, que eran Ellas Hacen y Argentina Trabaja, porque habíamos generado millones de puestos de trabajo. El Gobierno tiene hoy muchos más planes que el que tenía el de los choriplaneros”.
Cristina aclaró hacia el final que "Sinceramente" no es "ni el Corán, ni la Biblia, ni el Talmud". "No creo en sociedades maravillosas ni en malos dirigentes, creo que hay algo de reflejo arriba de lo que hay abajo y viceversa, con nuestros defectos y limitaciones, entonces quise transmitirles a los jóvenes lo que me tocó vivir, lo que estoy viviendo y lo que están viviendo los argentinos, son momentos muy difíciles", concluyó.
Fuente: c3m.com.ar