Daniel Arroyo: Es otro país. Hoy, básicamente, tenemos tres prioridades para trabajar con los trabajadores informales, los sectores más pobres, los que viven de la changa o del ingreso diario. Una de ellas es preservar los ingresos, y ahí es donde hubo bonos a los jubilados, a la AUH, a las personas que tienen planes sociales y, algo para mí importantísimo, que es la puesta en marcha del Ingreso Familiar de Emergencia, que otorga $10 mil pesos para monotributistas y personas que están en el trabajo informal. El segundo objetivo es reforzar la asistencia alimentaria. Reforzamos las partidas, giramos el sistema de comedores hacia viandas y módulos alimentarios para que la gente circule menos, y tenemos la Tarjeta Alimentaria, que ya llega a un millón quinientas mil personas. Y la tercera prioridad u objetivo que tenemos es ayudar desde la política social al menor movimiento posible en los barrios, por esto estamos trabajando mucho en la idea de arreglos en la casa, en la escuela del barrio o de alguna changa en el barrio.
P.: ¿Cómo están tratando de llegar a las personas que están fuera del sistema bancario para brindarle la asistencia en el marco de esta pandemia?
D. A.: Se armó un buen sistema con el Ingreso Familiar de Emergencia, porque toma a monotributistas categoría A y B, monotributo social, que son las personas que hacen changas más básicas y que están en la informalidad pura. El hecho de que alguien pueda anotarse directamente desde este viernes, con número de documento, sin estar registrado en ningún otro lugar, genera un sistema positivo y que da una posibilidad muy cierta de tener un ingreso base. En un contexto en donde la actividad económica está parada, las changas las tiene que crear el propio Estado y es eso de alguna manera lo que estamos haciendo.
P.: ¿Qué tipo de changas se pueden realizar en este momento, construcción?
D. A.: Sí, y cosas muy locales. Nosotros tenemos un banco de materiales muy básico para arreglar la casa, para la escuela, para el club. Porque apuntamos a mover la changa muy local del menor movimiento posible en el barrio. No es lo mismo el aislamiento de la gente de clase media, que se queda en su casa, que de alguien que convive con cinco personas y vive hacinado, y donde el barrio es su principal ámbito natural de movimiento.
P.: O de los que directamente no tienen casa…
D. A.: Estamos trabajando muy fuerte en el caso de las personas en situación de calle en la Provincia y en la Ciudad de Buenos Aires. En la Ciudad se estaba elaborando lo que se llama Operativo Invierno, es decir alistando los paradores para el invierno, pero la pandemia aceleró todo. Hoy cuentan con casi 2.500 lugares, y la intención es que estén las 24 horas. Nosotros estamos cambiando la cabeza en todos los planos. Antes la lógica era estar un rato en el parador y después volvían a la situación de calle, ahora son las 24 horas. Porque en el aislamiento la peor situación la tienen las personas que están en situación de calle.
P.: ¿Cómo se está llevando adelante la repartición de viandas?
D. A.: Primero, hay que aclarar que hubo un refuerzo de 2.200 millones de pesos adicionales al sistema de alimentos. Armamos varios protocolos, de alimentos y artículos de limpieza, de lavado de manos, de cómo cuidarse, de cómo producir los alimentos, en cada municipio bonaerense hicimos un fondo especial para que compren alimentos y artículos de limpieza que son 300 millones de pesos adicionales. Y por otro lado tenemos tres modalidades: una es la vianda; la segunda es el módulo alimentario, que son cajas o bolsones de alimentos para que la gente no tenga que trasladarse para comprarlos; y otro es que estamos implementando es en espaciar los turnos en los comedores.
P.: ¿Y cómo está funcionando la coordinación con los municipios?
D. A.: Nosotros o bien transferimos recursos y ellos compran los insumos y reparten, o entregamos directamente los alimentos a los municipios, a comedores, o a Cáritas. Hay un comité de emergencia entre las organizaciones sociales, las iglesias, y las intendencias, que organizan la entrega en los municipios.
P.: Es una modalidad de trabajo que escapa al monopolio del Estado en lo que hace a asistencia social.
D. A.: Lo mejor que tiene la Argentina y esto yo lo he dicho varias veces y lo tengo muy claro es su red social, conformada por el Ministerio de Desarrollo Social, pero también por las provincias, los municipios, las organizaciones sociales, las redes comunitarias, las escuelas. Es una red que opera todo el tiempo. Siempre planteamos una política de ir a lo comunitario, y si bien en este contexto nos estamos orientando a lo alimentario, esta red ya existía, y tenemos que potenciarla, porque es de lo más valioso que tenemos en nuestro país
P.: ¿Preocupa mucho la llegada del virus a los asentamientos y barrios de emergencia?
D. A.: Hay un problema de hacinamiento en los barrios más pobres, y un segundo problema es que los sectores más pobres, al estar peor nutridos y tener menos acceso a la estructura de agua, tienen siempre más dificultades. Pero estamos trabajando en este sistema de red, apoyando siempre a las personas mayores de cada barrio. Los barrios ya tienen referencias, una es la escuela, otra es el comedor, y también está el centro comunitario, sobre esas bases estamos trabajando. La clave ahora es fortalecer la red que existe y establecer criterios distintos en este contexto.
P.: En caso de extenderse el aislamiento obligatorio más allá del 31 de marzo, ¿se van extender las medidas adoptadas, como el Ingreso Familiar de Emergencia?
D. A.: Vamos siguiendo día a día la situación, de hecho este viernes nos reunimos con el comité de emergencia para monitorear la situación. Todas las medidas que tomamos son para este mes, pero vamos viendo permanentemente, y si la situación se extiende, las medidas se van a extender.
P.: ¿Se está trabajando en la implementación de nuevas medidas en lo que hace a la asistencia social?
D. A.: Tenemos varias medidas en carpeta, hemos estudiado varias situaciones. Pero no quiero adelantarme. Estamos con un seguimiento serio y permanente de la situación. Todas las medidas que podamos tomar cumplen con los tres objetivos ya mencionados: preservar los ingresos de las familias, promover la seguridad alimentaria y el menor movimiento posible en los barrios. Se han tomado decisiones muy importantes en Argentina y se suspendieron las clases mucho antes que en algunos países donde se esperó llegar al pico, lo mismo pasó con la cuarentena.. Lo importante es que todos lo cumplan, por eso es importante remarcar que son recomendaciones, son reglas que todos tenemos que cumplir.
P.: Se observa un trabajo mancomunado entre el Gobierno y la oposición que fue destacado desde varios sectores.
D. A.: Hay dos cosas que están pasando y que no han sido habituales en Argentina. Una es el trabajo interministerial, la articulación dentro de los distintos ministerios y carteras del Gobierno nacional, eso no es común históricamente a nivel local, y veo que ahora eso está funcionando con una prioridad muy clara, que es la salud. Y lo otro es la articulación con la Ciudad de Buenos Aires y con la Provincia de Buenos Aires, que es permanente. Es permanente esa articulación. Y creo que esas dos articulaciones vinieron para quedarse.
P.: Respecto a la articulación entre ministerios, ¿están trabajando en armonía? ¿No existió ningún malestar sobre la gestión de Ginés González García?
D. A.: Yo veo articulación permanente, verdadera, y constante, con reuniones de equipo todo el tiempo. Está claro que se ha decidido priorizar la salud. De ahí que se hayan tomado decisiones que tienen un impacto económico muy fuerte en pos de salvar vidas.