El 26% de lo obtenido correspondió al Impuesto al Valor Agregado (IVA), por el cual se observó una suba nominal de apenas un 11%, en un fiel reflejo de la paralización de la economía producto de las medidas tomadas para reducir los contagios de Covid-19. Desde AFIP aclararon que, en el marco de la pandemia, influyó el mayor acogimiento a Planes de Facilidades de Pago por las obligaciones vencidas.
Con un comportamiento similar, para el Impuesto a las Ganancias, se verificó un incremento de solo el 9,8%, representando el 27,5% de la recaudación. En este caso, debe contemplarse la prórroga para que las personas humanas presenten sus declaraciones juradas y paguen los saldos correspondientes al período fiscal 2019.
Estas escasas variaciones fueron compensadas, en parte, por un salto nominal del 291% en lo recaudado por Bienes Personales, producto del incremento en la alícuota previsto en la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva.
Mientras tanto, en concepto de Derechos de Exportación (retenciones) se recaudó un 28,1% más en comparación con el año pasado y los recursos de la Seguridad Social subieron un 22,4%.
La variación en pesos de la recaudación fueron mayor a la que habían mostrado los meses de abril (11,6%) y mayo (12,4%). Sin embargo, considerando el aumento en el nivel general de precios, en términos reales se siguió percibiendo una caída.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la misma se ubicó en el orden del 15,2%. “Esta caída equivale a un faltante de $98.000 millones, necesarios para mantener la recaudación constante respecto a junio de 2019”, sostuvieron.
De acuerdo a los cálculos del instituto, las pérdidas reales más significativas se produjeron en el Impuesto a los Combustibles (-26,4%), en Ganancias (-22,5%) y en IVA (-20,6%).
Las bajas en Seguridad Social y en Derechos de Exportación fueron del 13,6% y del 9,6%, respectivamente. Por el contrario, en Bienes Personales se exhibió un salto real del 176,3%.