En cuanto a las críticas por la falta de plan, y que además sea consensuado con el FMI, el titular del Palacio de Hacienda, dijo: “Es una discusión semántica. Siempre hay proyecciones en la ley de presupuesto y vamos a presentar una ley que incluye un presupuesto plurianual y tiene proyecciones. Si se piensa un plan como atarse de forma rígida a acciones predefinidas por un tiempo largo, no tiene sentido. Menos en una economía con la volatilidad de la Argentina y en un contexto de pandemia. ¿Le piden un powerpoint a Alemania y a EE.UU?”.
“Lo que hay es una clara definición de cuáles son los objetivos a los que se apuntan y cómo manejar la economía para llegar esos objetivos, que son generar valor agregado, trabajo y tranquilizar la economía generando divisas. Hay instrumentos macro y micro para apuntar a esos objetivos. La ley de presupuesto define cuáles son, así como el programa fiscal y cómo se financia. Implícitamente incluye un programa monetario. Lo que tenemos es una estrategia económica. Alguien lo puede llamar plan y no hay problema. En la Argentina se suele llamar plan a un powepoint con acciones rígidas. Y eso nunca funcionó” agregó al respecto.
Sobre si habrá discusiones de reforma laboral o previsional con el FMI Guzmán advirtió “el FMI hará sus planteos. Las negociaciones no se iniciaron. Vamos a apuntar a un programa que respete lo que es sano para el país. No vamos a aceptar algo que dañe a la Argentina”. También opinó que cree que las negociaciones serán extensas: “Llevará meses. Tendría sentido en los primeros meses del año próximo”.
Consultado sobre el acuerdo en el tema legal con los acreedores privados confirmó que “hay un preacuerdo. Es una clara posibilidad de tener dos innovaciones contractuales que le harían bien a la Argentina. Buscamos que sea respaldad por la comunidad financiera” y que cree que será “mayor que el umbral de las cláusulas colectivas”.
“Fuimos al máximo esfuerzo que la Argentina podía hacer y en el último tramo redefinimos la fecha de pago, sin cambiar la cantidad de dólares que hay que pagar. El acuerdo se puede sostener en el tiempo. El cronograma de pagos que deja a la Argentina desde 2024, con el próximo gobierno, es de un volumen muy inferior al que recibimos. Y… estábamos negociando. ¡Qué querían que dijese! ¿Ahora ofrezco cuarenta, pero puede haber más?” detalló Guzmán.
En cuanto al plan económico para reactivar al país, dijo: “Lo central es la ley de presupuesto 2021. Como parte de ese esquema se incluyen medidas para reactivar el mercado interno. En 2021, el Estado va a tener un rol importante acompañando al sector privado. El Estado tiene que impulsar ciertos sectores para que haya más dinamismo en la economía. La obra pública va a tener un rol muy importante y, ahí, particularmente la vivienda. Habrá políticas de impulso a la demanda en general, acompañadas de crédito a tasas sostenibles. Además, impulsaremos medidas que apunten a que se tengan mejores condiciones para el aumento de la producción de lo que se exporta. Saliendo de la pandemia va a haber capacidad instalada ociosa que le permitirá al país recuperarse sin aumento de los niveles de ahorro. Pero, para sostener el crecimiento, se necesitará que, cuando aumenta el consumo de dólares, también crezca la generación. Para eso tienen que crecer las exportaciones”.
Guzmán también fue consultados por los diferentes tipo de cambios y la brecha entre ellos y aseguró: “La brecha es un tema que nos ocupa. Y estamos tomando un conjunto de medidas, como la reestructuración de la deuda de forma integral y la profundización del mercado de deuda pública en pesos, que apuntan a estabilizar los dólares alternativos. En cuanto a los controles cambiarios, lo hemos dicho: buscamos transitar a regulaciones de la cuenta de capital más razonables, pero que no sean las del gobierno anterior que fueron pura liberalización para el fomento del ingreso de capitales especulativos. Para modificar los controles hay que poder tener más dólares en las reservas. Lleva tiempo”.
Sobre las proyecciones del REM que asegura que este año la inflación estará cerca de 39%, el ministro de Economía dijo “somos muy respetuosos de las expectativas del mercado. El REM sistemáticamente ha fallado en sus pronósticos y tenemos pronósticos distintos. Los nuestros han estado acertando. La inflación está dentro de los rangos que veníamos pronosticando. La realidad y el REM han estado alejados”.
En cuanto a las perspectivas para la Economía argentina el año que viene, el titular del Palacio de Hacienda, dijo: “En 2021 vamos a tener un déficit primario importante, pero menor al de 2020. Será un contexto en el que se seguirá trabajando en estabilizar los precios, pero reducir la inflación requiere de un trabajo persistente sobre un sendero que lleva tiempo. Habrá un poco de deuda pública en moneda local en un mercado que se ha reactivado; se respetarán las necesidades de la transición mientras que en el horizonte buscamos que no haya una dependencia del BCRA por parte del Tesoro”.
“Nuestro objetivo número uno es crear trabajo. El Estado va a tener un rol muy importante en empujar a la economía. Si no, se daría una falta de dinamismo que impediría la generación de trabajo y la recuperación de la actividad en un contexto en el que se va a estar saliendo de una crisis mundial y doméstica muy profundas. Alguien tiene que dar certidumbre acerca de que lo que se produzca va a ser demandado. Por eso, el Estado tiene un rol muy importante” aseguró Guzmán.
Sobre el sistema financiero local, opinó: “Buscaremos dejar a la Argentina un sistema financiero reorganizado. Hoy tenemos un sistema que hizo estructural lo que eran medidas de emergencia económica. Los depósitos del sector privado de los bancos se canalizan a prestarle al Banco Central, que ofrece Leliqs y después tenemos que emitir para pagarlas. Todo en lugar de que los ahorros se canalicen hacia el crédito para la inversión productiva y eventualmente para políticas públicas, pero sobre todo al sector privado. El sistema financiero funciona de una forma anómala que buscamos corregir”.