Desde que la curva de contagios de coronavirus comenzó a crecer en la ciudad, también cambió la distribución geográfica de los nuevos diagnósticos. Si al comienzo de la crisis sanitaria la mitad de los casos de Covid-19 se registraba en el distrito centro, en las últimas semanas empezaron a distribuirse en forma más o menos pareja en todo el territorio de la ciudad. Actualmente hay 387 personas que transitan la enfermedad (lo que las estadísticas denominan casos activos) y apenas tres de cada diez viven entre bulevares.
La distribución territorial de los casos de Covid-19 empezó a modificarse desde hace un mes y medio. Durante los primeros días de julio, los casos registrados en la ciudad no llegaban a 150 y los nuevos positivos que se sumaban por día se podían contar con los dedos las manos. Pero sobre fin del mes pasado, la curva de contagios se aceleró. Los casos diarios comenzaron a superar los 30 por día y siguieron subiendo.
Por entonces, comenzó a modificarse también la geografía por donde se mueve el virus.Al comienzo de la pandemia, el distrito centro acumulaba la mitad de los casos que se registraban en la ciudad, en gran parte relacionados con viajes al exterior. De acuerdo a datos de la Secretaría de Salud del municipio, de las 387 personas que estaban transitando la enfermedad hace dos días, 137 viven el distrito centro (35 %), también el más densamente poblado.
El resto de los distritos se reparten en forma más o menos pareja la cantidad de casos. El distrito norte suma el 16 por ciento (62 casos); el sur, el noroeste y el suroeste se llevan un 12 por ciento cada uno (con 50, 49 y 48 casos, respectivamente) y el restante 10 por ciento corresponde al distrito oeste (41 casos).
Los primeros diagnósticos de Covid-19 en barrios populares de la ciudad se detectaron a mediados de mayo en Empalme Graneros y fueron rápidamente bloqueados. A principios de mes, se confirmaron también casos en Ludueña y Santa Lucía en el marco de operativos realizados para la búsqueda de casos “casa por casa”.
Un crecimiento parejo
“Hemos notado que en las últimas semanas aumentó el número de casos de coronavirus en todos los distritos de la ciudad, cuando al inicio de la pandemia los diagnósticos estaban más circunscriptos al centro o al norte de la ciudad”, advierte Silvina García, médica pediatra y subdirectora de la red de centros de salud del municipio.
El crecimiento del número de contagios en los seis distritos, analiza, está íntimamente relacionado con la dinámica de la ciudad y con la movilidad que se registra entre el centro y los barrios. “Hay una conexión importante entre el centro de la ciudad y cada uno de los barrios. La gente que vive en los barrios generalmente trabaja, tiene alguna actividad o circula en el centro. Ese tránsito hace que el virus se distribuya en forma pareja en todos los distritos de la ciudad”, explica.
Desde que comenzó a crecer la curva de contagios, señala, las autoridades sanitarias están monitoreando y mirando con atención lo que sucede en toda la ciudad. Y se pusieron en marcha también estrategias puntuales para atender las necesidades de los barrios más vulnerables.
La idea de estas intervenciones es cortar rápidamente la cadena de transmisión del virus. “Ante cada caso positivo confirmado por laboratorio nos ponemos en contacto en forma inmediata con la persona para darles las indicaciones de cuidado y aislamiento. También identificamos a las personas con las cuales tuvo contacto en las 48 horas previas al inicio de los síntomas, vamos monitoreando su evolución a través de un seguimiento telefónico. Si alguna presenta síntomas de la enfermedad, la hisopamos y si son positivos iniciamos la búsqueda de sus contactos”, relata la médica.
En ocasiones, la estrategia incluye operativos de búsqueda activa de casos “casa por casa” o la ampliación de testeos como los desarrollados en forma conjunta con la provincia en el marco del plan Detectar (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Territorio de Argentina).
Incrementar los cuidados
La presencia de los equipos de salud en los barrios, que muchas veces trabajan codo a codo con las organizaciones sociales (ver aparte), no sólo permite encontrar en forma temprana casos que no llegan a los centros de salud porque tienen síntomas leves de la enfermedad. También ayudan a reforzar las medidas de cuidado para evitar contagios: mantener la distancia social, lavarse las manos con frecuencia y usar correctamente el tapabocas (cubriendo nariz, boca y mentón), un mantra que repiten los operadores sanitarios en cada vivienda que visitan.
“Vemos que los cuidados se han relajado. Pero esto no sucede sólo en los barrios sino en toda la ciudad. Por eso hay que insistir mucho en esto, porque es un momento en que tenemos que cuidarnos entre todos y sostener más que nunca las medidas para evitar la transmisión de la enfermedad”, sostiene García.