“Si se cuentan los votos legales, yo gano fácilmente”, dijo esta noche el presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección, Donald Trump, quien destacó que el Partido Demócrata está intentado “robar la elección”
“No hubo una ola azul sino una ola roja”, agregó el mandatario en referencia a los colores que identifican a los partidos Demócrata y Republicano, en una esperada declaración desde la Casa Blanca, en la que también destacó que su partido retuvo el Senado.
Asimismo, el mandatario admitió hace instantes que puede perder el estado de Georgia, tradicional bastión republicano, lo que acercaría mucho más a la victoria a su rival demócrata en las elecciones presidenciales, Joe Biden.
“Arranque ganando por mucho y ahora parece que puedo terminar abajo por un poco”, admitió el mandatario, en un tono menos enfático del que suele utilizar, a la vez que afirmó que “están tratando de robar, de manipular la elección y no lo podemos permitir”.
Al mismo tiempo, volvió a mostrarse confiado respecto al resultado final, pese a las proyecciones que ubican a Biden a pasos de la Casa Blanca: “Vamos a ganar la elección fácilmente, hay muchos litigios…quizás termine en la mayor Corte de esta tierra”, aseguró el candidato republicano en alusión a la Corte Suprema de Justicia, que tiene una marcada mayoría conservadora.
El mandatario se declaró ganador de las elecciones desde el miércoles en la madrugada y desde entonces reitera denuncias de fraude, sin aportar pruebas, centrándose sobre todo los votos por correo.
Su campaña inició varias demandas para impugnar resultados y pidió un recuento en Wisconsin, donde Biden ganó por solo 20.000 votos.
“No podemos permitir que nadie amordace a nuestros votantes e invente los resultados”, dijo en una declaración que la cadena MSNBC dejó de transmitir explicando que las afirmaciones son falsas.
“Tengo la sensación de que los jueces van a tener que decidir al final”, advirtió el mandatario.
El principal estratega de la campaña de Trump, Jason Miller, aseguró a periodistas que el mandatario “volverá a ganar”, estimando que el viernes “estará claro”.
La táctica de Trump ha sido desde hace meses deslegitimar el voto por correo, que se estima en más de 63 millones y, en mayor porcentaje, para Biden.
Seguidores de Trump se han manifestado a gritos frente a los centros de conteo para que el recuento prosiga en estados como Arizona, donde el presidente ha ganado terreno, pero que se detenga en otros como Michigan, donde ya se proyectó el triunfo de Biden.
Bob Bauer, un abogado del equipo de Biden, desestimó estas impugnaciones.
“Todo esto está destinado a crear una gran nube”, dijo Bauer. “Pero no es una nube muy espesa. Vemos a través de ella. También los tribunales y los funcionarios electorales”, agregó.
Estados Unidos no vivía esta incertidumbre electoral desde 2000, cuando la Corte Suprema terminó pronunciándose a favor del republicano George W. Bush en la pugna con el demócrata Al Gore.