El Concejo Municipal votará en la sesión de este jueves quienes integrarán, junto al Ejecutivo, empresarios y los choferes de UTA, la comisión que rediseñará el sistema de transporte en el marco de la emergencia. En medio de esta transición, comenzaron los primeros cruces por un aumento de boleto, que no tiene plazos ni confirmación pero sí un fuerte debate que ya comenzó a ponerse en marcha. La tarifa de 32,50 pesos está vigente desde septiembre del año pasado.
Primero habrá que hacer funcionar la comisión de la emergencia del transporte, poner en marcha el “nuevo” sistema, la Intendencia deberá renegociar directamente con las concesionarias, analizar cómo quedarán en firme los subsidios nacionales y provinciales junto al Fondo Compensador Municipal y luego se verá cómo se sostiene el actual esquema tarifario.
Los sucesivos paros de los choferes por un reclamo salarial que emerge cada vez que Nación discontinúa los subsidios son un factor en juego. Y los 87 días sin colectivos fueron un mazazo, sumado al efecto de la pandemia que redujo los viajes a un 20 por ciento de los usuarios habituales.
El otro dato es el valor técnico del boleto a junio pasado: 73,81 pesos para cubrir los costos operativos de un sistema que en la prepandemia se sostenía en un 55 por ciento por recaudación (en base a 400 mil pasajeros diarios) pero hoy no llegan a 100 mil al día. Se pasó de 12 millones de pesos diarios a 3 millones, con pérdidas que rondan los 2 mil millones de pesos desde marzo a la fecha.
Los subsidios nacionales de noviembre y diciembre llegarán en tres cuotas en vez de dos, “un 40 por ciento menos de los que esperábamos”, tal como señaló la secretaria de la Movilidad rosarina, Eva Jokanovich.
Para atenuar o evitar el aumento de la tarifa, el Palacio de los Leones deberá jugarse una ficha fuerte para obtener del presupuesto provincial más subsidios que lleguen a Rosario.
Por un lado, aguarda que Nación recomponga un 17 por ciento más las subsidios para los colectivos rosarinos, y por el otro buscará garantizar una suba del 50 por ciento de fondos santafesinos, asignados en el presupuesto que envió al gobernador Omar Perotti a la Legislatura.
Una vez que la emergencia empiece a rodar con sus integrantes, los usuarios verán cambios. Se suspenderán algunas líneas para con esos coches reforzar los recorridos que van por arterias principales y corredores y así mejorar la frecuencia. En los barrios si hay dos líneas que se “pisen” habrá una sola. Se reforzará la tarifa integradora horaria para permitir más trasbordos.
Un “nuevo sistema” en base a ajustar según datos de movilidad, viajes y demanda con servicios acorde a esta nueva realidad. En este proceso, no se descarta que las empresas se sienten a renegociar, con la promesa de un aumento en el bolsillo. Una cosa de la mano de la otra.
Comisión en danza
Este jueves la sesión del Concejo Municipal definirá los representantes del cuerpo parlamentario en la comisión de la emergencia adonde confluirán El Cacique, Rosario Bus, Movi, UTA Rosario y se invitó a Nación y provincia.
En carpeta están los nombres de Fabrizio Fiatti (presidente de la comisión de Servicios Públicos y ultraoficialista), Pedro Salinas (Ciudad Futura), Germana Figueroa Casas (Juntos por el Cambio) y Eduardo Toniolli (Frente de Todos).
Un nuevo aumento, en debate
La discusión por un retoque a la tarifa vigente desde hace 14 meses ya comenzó. “No sé si están dadas las condiciones para la suba de la tarifa, el intendente tiene todas las herramientas para que no ocurra lo que vino pasando: noventa días de paro, se debe recordar que Rosario estuvo noventa días sin colectivos”, indicó la concejala macrista y vicepresidenta del Ente de la Movilidad, Renata Ghilotti para agregar: “Sería un despropósito pedirle a los rosarinos que paguen más caro el boleto cuando estuvieron tantos días sin usar el servicio, es algo fuera de lugar”, dijo en declaraciones a La Ocho.
Toniolli salió al cruce. “Los ataques del PRO y del oficialismo municipal a la política de subsidios al transporte del gobierno de Alberto Fernández (a pesar de que los triplicó en comparación con el 2019), sólo se explican por una razón: están construyendo una justificación para un eventual aumento en el precio del boleto”.
Una voz semioficialista en el Palacio Vasallo, confió: “Los usuarios de los barrios plantean que prefieren pagar una tarifa más alta pero tener garantizado el servicio. A lo mejor, abonar 50 pesos y no seguir con la seguidilla de paros, lo plantean los propios usuarios, hasta los de menores recursos”.
Pero hubo más de Toniolli. “Antes de recurrir al golpeado bolsillo de los usuarios, una medida que perjudicaría aún más a un alicaído sistema, hay que medir el impacto positivo de los anuncios de las últimas semanas: aumentos en los subsidios en los presupuestos 2021 de Nación y de provincia, a los que se le suman los 2 mil millones de pesos que el gobierno provincial va a destinar a Rosario para solventar el Boleto Educativo Gratuito. A todo ese esquema de aportes habría que sumarle la posibilidad de fortalecer el Fondo Compensador Municipal: en el Concejo hay proyectos que hemos presentado para engrosarlo con aportes de sectores que siguieron teniendo ganancias extraordinarias aún en pandemia, cómo los bancos y puertos. Lamentablemente el oficialismo hasta ahora no quiso saber nada con esas iniciativas, y entendemos que la delegación que la emergencia le otorga nos aleja del debate profundo sobre el financiamiento al seno del cuerpo legislativo local”, destacó el edil opositor.
Llega el mensaje del presupuesto
El Concejo Municipal espera para este jueves la llegada del mensaje con el presupuesto municipal 2021 “austero y equilibrado” que rondará los 50 mil millones de pesos. La administración del intendente Pablo Javkin asumió con un presupuesto en donde los servicios de la deuda representaron el 11 por ciento del total.
“Aspiro a terminar mi mandato sin ese peso, en una lógica que nos permita crecer”, había señalado el jefe comunal días atrás.