Lula da Silva ganó la presidencia de Brasil con una exigua diferencia sobre el actual mandatario, Jair Bolsonaro. La autoridad electoral de Brasil declaró a las 19.57 horas del domingo que Lula da Silva venció al presidente Bolsonaro y será el próximo mandatario por 1,8% de votos. Sin embargo, el festejo de Lula distó de ser triunfalista y su discurso, leído, fue de tono contenido y reflexivo. Quienes lo acompañaban en el palco también mostraban rostros serios. Lula y su equipo saben que ganó con lo justo y que en la primera vuelta del 2 de octubre el bolsonarismo se quedó con las primeras minorías en las dos cámaras del Congreso. Su adversario sumó victorias clave este domingo, como la del estado de San Pablo (ver pag. 19). La tercera presidencia de Lula será la más difícil, tanto por este panorama que le presentará un adversario implacable, el bolsonarismo, como por la situación económica, que dista de ser la de los años de “vacas gordas” de las dos primeras presidencias de Lula (enero 2003-enero 2011), cuando Brasil gozaba de una lluvia de divisas y un consumo en ascenso. Lula hizo campaña con la promesa de repetir aquellos logros, pero los economistas saben que esto no es factible.
Luego del conteo del 98,73% de los votos, Lula llevaba 50,89% y Bolsonaro 49,11%, con 60.162.420 de votos y 58.069.861, respectivamente, ante lo cual la autoridad electoral señaló que la victoria del ex presidente del Partido de los Trabajadores (PT) estaba matemáticamente asegurada.El resultado fue confirmado por el Tribunal Superior Electoral (TSE) a las 19:57 horas.