Luego de la aparición de tres objetos voladores no identificados en Estados Unidos, desde el país norteamericano aseguraron que no tienen “ningún indicio” de que fueran de origen chino ni que tuvieran funciones de espionaje. Por su parte, China insistió en hacer una “investigación exhaustiva” tras denunciar una serie de incursiones en su espacio aéreo de supuestos globos estadounidenses.