Minutos antes de las 17 y a menos de 48 horas de la ceremonia, los ministros de la Corte Suprema recibieron formalmente la invitación vía ceremonial del Congreso para la apertura de sesiones ordinarias del 1 de marzo. La demora en la convocatoria para un acontecimiento donde siempre estuvieron representados los tres poderes del Estado en uno de los principales actos de trascendencia institucional había hecho aflorar múltiples especulaciones sobre una eventual ausencia, en el contexto del juicio político que el Ejecutivo y diputados del oficialismo impulsan contra todos los miembros del máximo Tribunal. Con embates que se acrecientan de forma semanal, el impasse de la apertura de sesiones puede ofrecer una postal para leer la tensión que domina el ambiente. Aunque se descuenta que no habrá un desplante, la Corte aprovechará su reunión de acuerdos prevista para mañana -luego de la jura de los consejeros senadores habilitados para el Consejo- para discutir su asistencia, y sobre todo, cuándo comunicarla.
Finalmente, invitan a la Corte a participar de la apertura de sesiones ordinarias
