En los días previos a la importante reunión que mantendrá Grecia con sus acreedores, el viceprimer ministro heleno, Yanis Dragasakis, anunció que el país acude a las negociaciones con los acreedores con la intención de buscar un acuerdo intermedio que ayude al país a salir del estado de asfixia financiera en que se encuentra.
"Buscamos una solución de mutuo acuerdo, pero no puede ser cualquier solución", declaró Dragasakis a la emisora de radio Sto Kokino y recalcó que "esta solución debe ser viable".
El ministro destacó que "una vez alcanzado este acuerdo intermedio se iniciará un largo debate sobre la deuda, el superávit primario, las inversiones y el crecimiento".
"Luchamos para solucionar el problema de falta de liquidez que no creamos nosotros, sino que encontramos cuando asumimos el Gobierno", subrayó Dragasakis.
Las medidas que presentará hoy el Gobierno griego al denominado Grupo de Bruselas, compuesto por representantes de los acreedores y del Ejecutivo heleno, forman parte de un borrador de ley que será debatido mañana en Consejo de Ministros y que solo recoge las medidas menos conflictivas.
Se trata, según filtraciones a los medios, de reformas en materia de finanzas públicas, gestión de impuestos, licitación de frecuencias televisivas, impuestos a la publicidad televisiva, reformas administrativas y cambios en el Código Civil.
El objetivo de estas medidas, que básicamente forman parte de la denominada "lista Varufakis" es mejorar los ingresos del Estado e iniciar una serie de reformas necesarias en la administración pública.
En el borrador de ley no están incluidas las exigencias de las ahora denominadas "instituciones" y antes "troika" -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)-, que son líneas rojas para el Gobierno: reducción de salarios y pensiones, bajada generalizada del IVA o liberalización del despido.
Como contrapartida, tampoco incluyen planes del Gobierno que no cuentan con el apoyo de los acreedores, tal como la protección de la primera vivienda contra los desahucios o cómo hacer frente a las deudas morosas hacia los bancos, para las que el Ejecutivo estudia varias opciones de un "banco malo", según ha señalado el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis.
Según el diario "Kathimeriní", el Gobierno espera que la reunión que celebra el Grupo de Bruselas a partir de esta tarde en la capital belga pueda concluir el sábado con un principio de acuerdo que permita convocar una reunión extraordinaria del Eurogrupo antes del 11 de mayo, en que está previsto el encuentro regular.
El diario añade que el Gobierno espera que el acuerdo de mínimos permita desembolsar un subtramo del rescate pendiente, es decir al menos los 1.900 millones de euros que Grecia debe recibir de los beneficios del BCE y de los bancos centrales de la eurozona por los bonos helenos.
El desembolso sería un balón de oxígeno para el Ejecutivo griego que en mayo debe pagar además 2.800 millones de euros para salarios, pensiones, ayudas sociales y sanidad pública.
Además tiene que devolver al FMI el 1 de mayo 200 millones de euros en intereses y un tramo de 747 millones de euros que vence el 12 de mayo.
El problema es que hasta ahora la posición del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha sido muy clara al respecto: no habrá soluciones parciales, sino solo un acuerdo global.
En tanto, Moody’s volvió a degradar este miírcoles la calificación de la deuda de Grecia, hasta sumirla en terreno basura, debido a la "gran incertidumbre" sobre si Atenas logrará acordar con sus acreedores antes de los vencimientos.
Moody’s bajó la calificación de Grecia un peldaño, para situarla en Caa2, apenas dos escalones por encima del nivel que marca una inminente moratoria, y colocó al país en "perspectiva negativa".
Fuente: c3m.com.ar