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"Me duele los trabajadores que se olvidan de dónde vinieron"

La demanda de elevar el mínimo no imponible del Impuesto a la Ganancias que dio lugar al paro convocado por las entidades gremiales no afines al Gobierno molestó mucho a la presidente Cristina de Kirchner, especialmente sabiendo que las estadísticas muestran que sólo un 10% de los trabajadores se ven afectado por este impuesto.

En el entorno presidencial comentan que la jefa de Estado se indigno ante la injusticia de que un grupo de dirigentes y opositores políticos "impidan" a la gran mayoría de poder ir a trabajar. "Acaso ellos les van a compensar el presentismo que perderán muchos trabajadores" se oyó decir en los despachos oficiales.

Este es uno de los motivos por los cuales se la vio molesta a la jefa de Estado en el discurso que brindó desde La Matanza. No casualmente les recordó a estos sindicalistas el reproche que Evita le hiciera a los ferroviarios que durante el gobierno de Perón fueron al paro en reclamo de aumento salarial. "Le tengo más miedo al frío de los corazones de los compañeros que se olvidan de donde vinieron que de los oligarcas".

Para que no quedaran dudas de la falta de pertenencia de clase de estos dirigentes sindicales o trabajadores que adhirieron, Cristina sugirió que: "No tenemos que enojarnos por los que no piensan como nosotros, me duele mucho más cuando los que vienen del palo y lograron ‘pelechar’ un poco, lograron un trabajo más remunerado, se olvidan los que están afuera del trabajo o todavía no ganan lo suficiente".

En otro tramo cuestión la falta de solidaridad -supuestamente uno de los pilares del sindicalismo- al reprocharles que se reclaman porque "tienen que dar un poquito de su sueldo para otros compañeros".

En el gobierno están convencidos que el único reclamo de este paro (que los sindicalistas no confiesan) es debilitar al kirchnerismo ya que, y de acuerdo a las últimos datos que se manejan en despachos oficiales- la adhesión a Cristina lejos de menguarse se acrecienta.

"Están desesperados porque ven que podemos llegar a ganar", afirman con entusiasmo, "ladran, ladran Sancho señal de que cabalgamos", recuerdan del libro El Quijote de la Mancha", no sin satisfacción. Por esta razón, en el gobierno no sorprende que el sindicalismo "opositor" vaya a redoblar la apuesta y continuar con medidas de fuerza.

En este contexto se explica estos conceptos de la jefa de Estado "Si tiene que seguir habiendo huelgas porque hay un puñado de trabajadores que no quiere colaborar, lo voy a seguir bancando, me siento con espaldas para seguir bancando", advirtió la Presidenta.

No obstante, reclamó que "piensen en los hermanos y hermanas que todavía le falta trabajo, los que se levantan a las cinco de la mañana para tomar el tren, y que el maquinista gana cuatro o cinco veces más que el que viaja en tren, y despuís debe tomarse un bondi".

"Que piensen en ellos -reafirmó-, y que piensen en el país, sobre todo en momentos tan difíciles donde hay un mundo cada vez más complejo que exige que seamos cada vez más eficientes".

El convencimiento de que el reclamo no es genuino sumado a los números que demuestran que modificar el mínimo no imponible no beneficiaría a un gran universo de trabajadores, serían uno de los factores por el cual las dos propuestas que estaba a la firma de la jefa de Estado para satisfacer el reclamo habrían sido -por el momento- cajoneadas.

A lo largo de su discurso de media hora, Cristina se ocupó de separar a los dirigentes sindicales de los trabajadores al señalar: "No hay que confundirse, no hay que confundir jamás, a los trabajadores con algunos dirigente sindicales" porque a juicio del gobierno si el transporte no se hubiera plegado el "paro hubiera sido un fracaso" comentan.

De hecho, la primera mandataria reconoció el no estar "enojada, porque si hubiera habido trenes, colectivos, subtes si no hubiera habido huelga de transporte no hubiera habido paro, hubieran ido todos a trabajar".

No en vano les recordó a los trabajadores que sí reclaman por el impuesto a las Ganancias que "hubo gente que en estos años subió escalón por escalón en su capacidad laboral, salarial y de consumo, pero todavía hay muchos que piden subirse, y por eso debemos ser solidarios con ellos", remarcó la mandataria por la Cadena Nacional Nª11 de este año.

Al acto la Presidente estuvo acompañada de gran parte de su Gabinete y como es habitual cientos de militantes lo que le permitió al intendente Fernando Espinoza aseverar que "En la Matanza no hubo paro". Volvió Cristina a dividir las aguas entre los trabajadores al manifestar: "Me duele que quienes tienen un trabajo y bien remunerado se olvidan de los que todavía están afuera y hacen un paro porque tienen que ceder un poco de su sueldo para otros compañeros".

La primera mandataria hizo ínfasis en un dirigente sindical, Luis Barrionuevo, (aunque no lo mencionó) cuando le reprochó sus comentarios "a uno de ellos (dirigente sindical), emblema de los ’90 que se refería hoy a l ministro de Economía (Axel Kicillof) como ‘rusito’".

En otra parte de su alocución detalló el plan de obras cloacales o de agua potable que se llevo adelante desde el 2006 hasta la fecha. Este raconto le dio la oportunidad para (siempre sin mencionar nombres) recordar un escándalo de corrupción en la dícada del ’90 en Morón donde un intendente terminó procesado " preso por la estafa de las cloacas, y la empresa", en referencia a Sideco que pertenecía entre otros empresarios a Franco Macri muy ligado al Estado en esa ípoca.

Como siempre, la presidenta pidió a los ciudadanos tener memoria y pido "mirar al mundo "donde los reclamos gremiales son en defensa de los puestos de trabajo".

Cristina dijo sentir "orgullo" de que Argentina tenga el "mayor salario mínimo vital y móvil, en tírminos nominales y de poder adquisitivo y de las convenciones colectivas de trabajo, que lleva a los trabajadores a ser los mejores pagos de Latinoamírica, y de tener el Índice de desocupación más bajo"

Para rematar estos conceptos manifestando que le da "mucha vergüenza" que "los trabajadores que están mejores pagos, que son un 10 por ciento, que no les permitan ir a trabajar (a los que menos tienen)".

Reiteró que se perjudica a muchos argentinos y si bien afirmó que "todo el mundo tiene derecho a ser opositor" pero no presionar a un Gobierno. Y, les sugirió que mejor "es presentarse a elecciones, pero no llevar a actitudes que le hacen mucho mal a los trabajadores".

Finalmente y en otro tramo de su discurso por cadena nacional, Cristina aseguró que "vamos a seguir siendo Gobierno" más allá del 10 de diciembre próximo. Antes de que comenzara la cadena se escuchó con claridad que Cristina confesara que "les vamos a ganar a todos".

Recomendó que "sepamos elegir a aquellos hombres y mujeres que se han comprometido con este proyecto que han permitido" instalar este modelo".

Fuente: c3m.com.ar