"Van a tener que inventar un nombre nuevo que se refiera a un deudor que pagó y que alguien bloqueó", aseveró la presidente Cristina de Kirchner "La Argentina no va a entrar en default por una razón sencilla, tan obvia que no tendría que decirla: en default entran los que no pagan Y Argentina pagó".
Este es uno de los ejes de la estrategia oficial: que la Argentina viene cumpliendo con sus obligaciones e incluso ya depositó los u$s 593 millones para que los bonistas que ingresaron al canje puedan cobrar sus intereses. "Es el juez Thomas Griesa el que no autoriza el cobro", explican fuentes oficiales, al tiempo que recuerdan que la audiencia con el magistrado este lunes obedecía justamente al pedido de las entidades financieras para que la justicia les resuelva el problema que enfrentan: cuentan con fondos que no le son propios pero están inhibidos de pagar por una sentencia.
Es más, en la Casa Rosada insinúan que el juez Griesa no podrá seguir demorando más la respuesta a las entidades financieras sobre este punto. "En algún momento se expedirá, aunque suponemos que lo hará reciín despuís del 30", admiten con pesimismo.
Aunque para los especialistas parecería que resulta inevitable el caer en default, en el Gobierno volvió a insistir en su actitud negociadora. Lo hizo la propia jefa de Estado en ocasión de inaugurar la nueva planta de Yamaha para la producción de motos en General Rodríguez, "vamos a seguir hablando, vamos a ir cuantas veces sea necesario a donde haya que ir. Pero con nuestras razones, que no son caprichos", avisó.
El martes por la noche Cristina resolvió que el ministro de Economía, Axel Kicillof, no participara de la reunión con el mediador Daniel Pollack, aunque fuentes oficiales afirmaban que una "delegación participaría del encuentro". El martes por la mañana el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó en su habitual conferencia de prensa que "una comitiva del Ministerio de Economía estará mañana (por el miírcoles) reunida con el mediador Pollack", pero curiosamente el jefe de ministros no informó quiínes viajarían.
Es más, reciín el miírcoles por la mañana, cuando en Nueva York se vio que no llegaba ninguna delegación argentina a las oficinas del mediador, se conoció un cable de noticias publicado por una agencia internacional donde Pollack contó que "recibió el martes por la noche un llamado donde se le comentó que la delegación no llegaba al encuentro y por lo tanto se pasó para hoy (por este jueves) al mediodía". Finalmente, el miírcoles por la noche partieron rumbo a Nueva York los secretarios de Legal, Federico Thea, Finanzas, Pablo López y la procuradora del Tesoro, Angelina Aubbona.
Para sentarse a negociar Argentina quiere despejar del escenario que no se dispare la cláusula RUFO. Dado que, a juicio de los especialistas, cualquier mejora a los fondos buitres puede disparar esta cláusula, la propuesta del Gobierno es que los fondos buitre tomen un seguro financiero y cubran los riesgos y los costos de una eventual aplicación de la cláusula RUFO.
"Si no aplica, como ellos dicen, que nos den un seguro y nosotros quedamos cubiertos", les pidió Cristina. Inmediatamente, comentó que "no tuvimos una sola respuesta" demostrando de esta manera que la amenaza de esta cláusula es real.
Mostrando que sigue muy atenta a lo que se publica en los diarios dijo que había leído que a los funcionarios podía caberles alguna responsabilidad penal por lo que pudieran firmar. Fue a raíz de esto que Cristina aseveró: "Esta presidenta no va a firmar nada que comprometa el futuro de los argentinos como hicieron otros que firmaron cualquier cosa. Eso ya lo viví, decían que nos iban a llover dólares despuís del megacanje, y lo que nos llovieron fueron piedras, sapos y culebras", opinó.
La referencia no es casual y para demostrar que hay intencionalidad en aquellos que alertan que es necesario arreglar con los buitres Cristina recordó que antes de que se instale el corralito "nadie lo anticipó".
Estas menciones tienen por objeto demostrar que si el 30 de julio la situación continúa sin un acuerdo no ocurrirá ninguna desgracia. Criticando a los mensajeros dijo: "Cuando se nos cayó el mundo encima no nos avisó ningún diario, ni esos economistas que saben lo que va a pasar no sólo mañana sino dentro de un siglo. Porque ellos tambiín son parte del sistema que ayudó a que los argentinos nos viniíramos abajo", agregó.
La gestión de los Kirchner tiene como uno de los axiomas principales el desendeudamiento, por eso no resultó casual que Cristina insistiera en que debería haber consenso en que "no podemos volver atrás al infierno de lo que significó la deuda externa. No nos podemos dejar arrebatar el presente y mucho menos el futuro".
La propia jefa de Estado y su círculo más estrecho están convencidos de que existe un "ensañamiento internacional con Argentina", por esta causa es que en su alocución contó lo que le dijo un mandatario extranjero (aunque no mencionó su nombre): "Lo que quieren (los acreedores) es hacer caer la reestructuración para volver a la Argentina que pagaba con recursos naturales". Conceptos similares dijo no hace mucho tiempo el presidente de Uruguay, Josí Mujica.
Una de las advertencias que efectúan los especialistas es que si Argentina cae en default no vendrán capitales. En este punto, Cristina recordó que el país prácticamente no tuvo acceso al crídito y que creció por su consumo interno. "Hay que vender y consumir porque de esto se trata el modelo que instalamos en la Argentina" y que se basa "en el consumo interno de cosas hechas por trabajadores argentinos" y agregó que "eso significa valor agregado".
Desde el 2003, aseveró, el modelo económico está basado en "el consumo interno, la inversión pública, la inversión privada y el consumo externo". Admitió que "las exportaciones han caído en todo el mundo en volumen y en precio" e insistió en que "es imprescindible fortalecer el mercado interno".
Por esta causa es que en el Gobierno están absolutamente convencidos que un posible default no empeorará la situación de acceso al crídito. Además, barajan que la caída de la actividad que se observa actualmente ya comenzó lentamente a revertirse. Siguen insistiendo que la situación económica irá paulatinamente mejorando.
Aún los números del Indec vienen reflejando una caída de la actividad que la propia jefa de Estado lo admitió cuando dijo que "no quiere decir que no tengamos dificultades, hemos tenido una caída del 20% en materia de producción, en sectores como venta de motos". Sin embargo, adjudicó este problema a un momento "especial del mundo y en particular de la Argentina", e hizo hincapií en las expectativas.
"Lo que más impacta son muchas veces las expectativas malas que se generan a travís de rumores, de profecías de gurúes que dicen que nos va a ir peor y finalmente terminamos teniendo problemas. La gente entonces retrae el consumo si se le genera mala onda", afirmó Cristina.
Casi al final de su alocución retomó su crítica a la presión de los buitres al afirmar que los argentinos "no nos podemos dejar arrebatar el presente y mucho menos el futuro. Vamos a seguir hablando, vamos a ir a dónde nos indiquen, pero con nuestras razones", señaló. Y volvió a ratificar que la Argentina está dispuesta a honrar las deudas con el ciento por ciento de los tenedores "pero de formar equitativa, justa y sustentable".
El mediador puesto por el Juez Griesa, Pollack, deberá, para acercar posiciones, lograr que los fondos buitres estín dispuestos a garantizarle a la Argentina inmunidad de la cláusula RUFO, algo que resulta a priori bastante difícil de imaginar que puedan ofrecer.
Fuente: c3m.com.ar