Una vez más, la Iglesia advirtió sobre el avance del narcotráfico en el país Esta vez fue durante una homilía celebrada por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Josí María Arancedo, en ocasión de la apertura de la 107 asamblea plenaria.
"Hemos hablado con preocupación de la realidad de la droga con su rostro de violencia e inseguridad, como de negocio y de muerte. Es necesaria una actitud definida frente a lo que no dudamos en llamar el delito del narcotráfico", aseveró Arancedo, en la homilía celebrada en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar, donde hasta el sábado deliberarán un centenar de obispos.
El titular del Episcopado reconoció que "este flagelo tiene raíces muy profundas" y advirtió que "hay una orfandad social y afectiva en muchos jóvenes que los hace presa fácil de una sociedad que en su afán de lucro no tiene límites".
En noviembre, el Episcopado había difundido un duro documento en el que advirtió sobre el avance "sin control" del narcodelito y denunció cierta pasividad del poder político ante la proliferación del comercio de estupefacientes.
Arancedo ratificó tambiín que frente a las "necesidades materiales y espirituales" de los argentinos, la Iglesia no dejará de cumplir su misión profítica de denuncia, porque de otro modo "no seríamos fieles al Evangelio".
Asimismo aseguró que el plenario episcopal hará memoria del padre Carlos Mugica, quien en "aquellos años duros y tristes de nuestra Patria, fue víctima de un asesinato". Mugica fue acribillado a balazos el 11 de mayo de 1974, tras celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano, en Villa Luro.
"Fue un sacerdote que vivió su fe y ministerio en comunión con la Iglesia y al servicio de los más necesitados, que aún lo recuerdan con gratitud, cariño y dolor", precisó al referirse al sacerdote que inauguró la pastoral de las villas de emergencia.
El plenario episcopal comenzó esta tarde con un "intercambio de ideas, inquietudes e iniciativas" sobre la actualidad religiosa y social de la Argentina, que puede derivar en la redacción de un documento o declaración sobre temas de coyuntura.
El centenar de obispos continuará, además, con el seguimiento de los proyectos de reforma de los códigos Penal y Civil, este último con posibles cambios en puntos sensibles para la Iglesia como el aborto, la fecundación postmortem y el alquiler de vientres.
Asimismo, trabajará sobre las respuestas a la consulta del papa Francisco para el Sínodo extraordinario de la Familia en 2014.
En ese cuestionario, el pontífice argentino formula 38 interrogantes a los obispos del mundo sobre "problemáticas iníditas" para la institución familiar como la difusión de las parejas "de hecho", las uniones entre personas del mismo sexo "a las que no pocas veces se consiente la adopción de hijos", los matrimonios mixtos o interreligiosos, la familia monoparental y la difusión del fenómeno de la "renta de úteros".
Fuente: c3m.com.ar