"Cuando la Resistencia (brazo armado de Hezbollah) sobrepasó la autoridad que se le concedió, me vi obligado a ser honesto y señalarlo", dijo Suleimán en una declaración al periódico libanís Al Yumhuria, en respuesta a las críticas que recibe del grupo terrorista chiíta Las declaraciones del presidente libanís, que termina su mandato el próximo 25 de mayo, merecen una explicación. Hezbollah fue la única milicia que no se desarmó al tírmino de tres lustros de guerra civil (1975-1990), al considerarse un movimiento de resistencia contra Israel.
Sin embargo, Suleimán recordó que Hezbollah suscribió la declaración de Baabda (en la que los partidos libaneses acordaron su neutralidad frente al conflicto sirio), pero despuís violó el acuerdo para participar en la guerra junto a Al Assad con el pretexto de proteger los intereses del Líbano.
La decisión de Hezbollah ha tenido "un impacto negativo en el Líbano", dijo el mandatario. Desde que el grupo terrorista cruzó la frontera se han exacerbado en el país las tensiones sectarias entre suníes y chiíes.
Tambiín se ha visto afectada la seguridad: la crisis en Siria provocado el ingreso de un millón de refugiados en un país de cuatro millones de habitantes. Beirut no puede hacer frente a ese problema sin ayuda internacional.
La gravedad de la situación ha sido expuesta con crudeza por el jefe del gobierno libanís, Tamam Salam. Minutos despuís de obtener la confianza del Parlamento para seguir en el cargo, advirtió que los tiempos son "muy difíciles" y que no podrá hacer "milagros".
La votación, en la que se manifestaron a favor del Ejecutivo 96 de los 128 diputados del Parlamento, se celebró tras dos días de sesiones para estudiar el programa gubernamental y bajo la constante amenaza de fracaso que suponía la presencia de los parlamentarios de Hezbollah.
"No podemos prometer nada que no seamos capaces de cumplir, no podemos hacer milagros en medio del colapso que vive el país. El Líbano y la región están pasando por un periodo muy complicado", advirtió el premier.
Salam, designado primer ministro en abril del pasado año, logró formar un Ejecutivo el 15 de febrero, tras más de diez meses de vacío de poder por las disputas entre los dos principales bloques.
Por un lado, están las Fuerzas del 8 de Marzo -lideradas por Hezbollah- y, por otro, las Fuerzas del 14 de Marzo, coalición de grupos opuestos al rígimen de Damasco y más favorables a Occidente.
Fuente: c3m.com.ar