Al igual que el año pasado, el secretario de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, fue increpado por manifestantes que obligaron a demorar su discurso por cinco minutos durante el acto de apertura de las 45º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. El funcionario recibió abucheos y varias personas le dieron la espalda cuando subió al escenario del salón Borges de La Rural.#
Gran parte de los manifestantes, que fueron obligados a abandonar las instalaciones, repudiaron la creación de la Universidad de Formación Docente, aprobada por ley aunque aún no implementada que implicará el cierre de 29 institutos de formación docente; en tanto que otro grupo abucheó al secretario al grito de "que venga Rita", en referencia a la antropologa Rita Segato, encargada de cerrar la jornada.
Si bien Avelluto repasó logros como la renovación del Teatro Nacional Cervantes y la participación argentina en la Feria del Libro de Bogotá en 2018, o la realización del Congreso Internacional de la Lengua Española en la ciudad de Córdoba hace menos de un mes, la hostilidad de parte del público fue notoria, a tal punto que la presidenta de la fundación el Libro, Teresa Carbano, pidió al micrófono: "respetemos a los funcionarios".
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19:37 – 25 abr. 2019
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El secretario dijo que "se terminó para siempre el uso de la cultura como herramienta política" y se refirió al "momento duro que estamos viviendo al sector editorial".
En tanto, Carbano advirtió que "la industria necesita avanzar, pero que si en el día a día está pendiente de su supervivencia mal puede hacerlo" y que "las ventas cayeron un 12 por ciento respecto al primer trimestre de 2018, una caída no se detiene", durante un discurso en el que celebró el impulso a una ley para crear un Instituto Nacional del Libro y que cerró con aplausos al son del canto "aborto legal, en el hospital".
El acto que dio inicio con apenas 20 minutos de retraso y sin la tradicional apertura de puertas para que ingrese el público congregado en La Rural, estuvo enmarcado, desde temprano, por la presencia de lectores identificados con los pañuelos verdes, en demanda de una ley que permita la interrupción del embarazo legal y gratuita.
De hecho, en la entrada principal al predio, sobre avenida Santa Fe 4201, una mesa de activistas repartía esos pañuelos que hoy son símbolo del potente movimiento de mujeres, que en la Feria misma encuentra expresiones -en libros, muestras y charlas para adolescentes y adultos- como "la marea verde" y "la revolución de las hijas".
Entre los presentes se encontraban el ministro de Cultura porteña, Enrique Avogadro; el vicepresidente de la fundación El Libro, Alejandro Vaccaro; Oche Califa, responsable de la Feria del Libro; e Iolanda Batalle, directora del Instituo Ramón Llull's, que este año trae a Barcelona como ciudad invitada de honor.
Entre los invitados se encuentran, además, las escritoras Luisa Valenzuela, Claudia Aboaf, María Rosa Lojo, Elsa Osorio, Cecilia Szperling, de la agrupación Nosotras proponemos literatura, Silvia Plager, y el mexicano Néstor García Canclini.
También se encontraba presente el mítico editor Daniel Divinsky, cocreador de la emblemática Editorial de la flor que publicó a Quino con Mafalda y a Rodolfo Walsh; y el diputado Daniel Filmus, quien el lunes último presentó el proyecto de ley en el Congreso para la creación de un Instituto Nacional del Libro.
Previo al acto, Carbano explicó a Télam que la decisión, este año, de no abrir las puertas de la Sala Borges para que ingrese público, no está vinculada a las protestas que signaron la apertura de la feria anterior, cuando estudiantes y docentes repudiaron la creación de la Universidad de Formación Docente, aprobada por ley aunque aún no implementada que implicará el cierre de 29 institutos de formación docente.
"Lo que pasaba antes era que ingresaba el público invitado y, si la sala no estaba completa, en un momento se abrían las puertas para que entrara quien quisiera. Hay quien piensa que esto se hace por lo que ocurrió el año pasado, pero el origen de todo esto es que en cuanto se anunció que Segato sería la oradora empezaron a llover los pedidos de asistencia y en la sala no podemos poner más gente que la permitida. Pero está la pantalla, ya tradicional, donde se proyecta el discurso, frente a la sala Borges", dijo Caravano.
Fuente: c3m.com.ar