El presidente ruso, Vladimir Putin, viajará al Vaticano para conversar con el papa Francisco sobre la crisis que afronta Siria y otros problemas de actualidad internacional Lo anunció el consejero diplomático del Kremlin, Iuri Ushakov, quien dijo a las agencias rusas de noticias que "Rusia y la Santa Sede están por el mantenimiento de la prioridad de los principios morales y legislativos internacionales en las relaciones interestastales".
Durante la visita al Sumo Pontífice, no se preví que Putin entregue un mensaje de parte del jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kirill. De todos modos, sostuvo Ushakov, "se han vuelto cada vez más activas las relaciones entre la Iglesia ortodoxa rusa y la católica romana".
En la reunión "se espera que sea prestada una atención especial a la defensa de la herencia cristiana en Medio Oriente y África del Norte", concluyó Ushakov.
Ésta será la primera reunión entre el Papa y el jefe del Kremlin, quien se reunió con el anterior pontífice, Benedicto XVI (2007), al que el Kremlin agradeció su contribución a la mejora de las relaciones bilaterales. Putin ha visitado el Vaticano en varias ocasiones, aunque, a diferencia de su antecesor, Borís Yeltsin, y del último dirigente soviítico, Mijaíl Gorbachov, nunca ha invitado al papa a visitar Rusia, debido a la oposición de la Iglesia Ortodoxa.
La Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia católica, que cuenta con unos 600.000 fieles en Rusia, han mejorado sus relaciones desde que Benedicto XVI fuera nombrado papa en 2005 y más aún desde que Kiril asumiera la jefatura del Patriarcado ruso en 2009.
La Unión Soviítica y la Santa Sede establecieron relaciones diplomáticas en marzo de 1990, un año antes de la desintegración de la URSS y poco despuís de la histórica visita al Vaticano de Gorbachov el 1 de diciembre de 1989. Rusia, como Estado heredero de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviíticas, y el Vaticano establecieron en diciembre de 2009 relaciones diplomáticas plenas.
Este jueves, el Papa hizo un llamamiento a favor de las Iglesias de Oriente, amenazadas por múltiples conflictos y el islamismo radical, y manifestó su preocupación por las condiciones de vida de cristianos obligados a emigrar por los conflictos internos.
"En Siria, Irak, Egipto y otras regiones de la Tierra Santa abundan las lágrimas", clamó Francisco en el Vaticano, en una reunión mantenida con arzobispos y patriarcas de las confesiones cristianas en esos países.
"El Papa no tendrá paz mientras hombres y mujeres de cualquier región y religión sean heridos en su dignidad, privados de lo necesario para sobrevivir, sin un futuro y obligados a vivir en la condición de refugiado o desplazado", explicó.
El drama de los cristianos en Siria
En todo el país, unos 450.000 cristianos han huido de sus casas. Sufren la profanación de iglesias, ataques a los fieles y el asesinato de curas. Las ciudades más afectadas han sido Homs, Alepo y los alrededores de Damasco.
Los cristianos de Siria representan un 10% de los 23 millones de habitantes del país y, como minoría, siempre han apoyado las políticas de la otra minoría del país, los alawitas (la secta del presidente Bashar Al Assad).
Temen correr la misma suerte que las comunidades iraquíes de esa confesión, que, desde 2003, se convirtieron en blanco de los extremistas islámicos que siguieron golpeando a la minoría cristiana de Irak mediante atentados, asesinatos y actos de discriminación de todo tipo. El resultado es el íxodo definitivo de varios miles de familias.
Fuente: c3m.com.ar