"Que nadie se llame a engaño; que ni aquí ni en el mundo se puede prescindir del chavismo para lo que es la conducción de Venezuela en el siglo XXI el chavismo será la fuerza fundamental para conducir la patria por todo el siglo XXI", afirmó Nicolás Maduro durante la apertura del primer Seminario Internacional sobre la Faja Petrolífera del Orinoco desde la sede de Pdvsa en La Campiña.
Los últimos días han sido verdaderamente movilizados en Venezuela. Y los próximos, hasta el 8 de diciembre, cuando se realicen los comicios municipales, continuarán por ese camino. Es que el bolivariano emprendió una "guerra económica" que pretende contener la grave crisis económica (inflación superior al 50%, descenso de reservas internacionales, escasez de alimentos y un dólar paralelo que supera en un 900% al oficial).
El nuevo blanco de la ira de Maduro son los empresarios, acusados de acaparamiento y usura. De hecho, el Gobierno les ha ordenado que vendan con rebajas de hasta 50 por ciento. De no cumplir con la orden, enfrentan el riesgo de confiscación, cierre y hasta prisión. Ya hay 28 detenidos, 10 órdenes de captura y tres locales ocupados por las autoridades.
El propósito es la creación de tribunales nuevos contra la usura, que instaurarían penas mucho más severas que las actuales. Pero para concretarlo, el presidente necesita que el Parlamento apruebe la Ley Habilitante.
Este martes, la mayoría oficialista votó el desafuero de la legisladora independiente María Mercedes Aranguren para que su suplente asuma la banca y vote a favor de los superpoderes. Sería el legislador 99, el único que le falta al PSUV para lograr el respaldo requerido por la Constitución.
El miírcoles pasado, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) resolvió que hay míritos para enjuiciar a Aranguren por presunto peculado, asociación para delinquir y legitimación de capitales, basado en denuncias de 2008, y pidió al Legislativo que le retire el fuero a fin de que sea procesada.
Fuente: c3m.com.ar