Con discursos que confrontaron convicciones religiosas, derechos civiles y disquisiciones semánticas, el Senado debatió intensamente por casi 14 horas el proyecto de ley de matrimonio homosexual, el cual avaló por 33 votos a favor 27 en contra (3 abstenciones). El proyecto de ley que tenía media sanción de Diputados.
Primero la Cámara alta rechazó el dictamen de mayoría en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo y luego aprobó en general y en particular el dictamen de minoría que lo avala, no dando lugar al tratamiento del proyecto de unión civil.
Tras algunos posicionamientos sorpresivos, el apoyo a la iniciativa que provino de Diputados contaba con la ventaja de que el presidente provisional del Senado, Josí Pampuro, quiín adelantó que votará a favor en caso de tener que desempatar.
Los senadores se dispusieron a votar en primer lugar el dictamen de rechazo al proyecto que se impuso en la Comisión de Legislación General y, luego, de acuerdo a ese primer resultado, trataron el proyecto en sí.
Si prevalecía el no, los opositores -agrupados en torno al Peronismo Federal, más algunos legisladores del FPV y la UCR- iban a buscar tratar la unión civil, mientras que de imponerse el sí directamente el proyecto se convertiría en ley, como ocurrió finalmente.
Los números fueron cambiantes a medida que avanzaba la jornada pero en la mayoría de los recuentos había igualdad o una leve ventaja de los que estaban a favor.
Durante la jornada hubo varias sorpresas y la primera de ellas la dio el senador Carlos Menem al presentarse en el recinto para dar quórum -aunque su presencia no era necesaria para ello- cuando todos los pronósticos indicaban que se ausentaría.
Lo mismo ocurrió con el oficialista Luis Viana, que apareció para votar en contra del matrimonio, luego de que fuentes de su entorno afirmaran días atrás que faltaría a la sesión por estar de licencia por enfermedad.
En tanto, la senadora del Frente Grande, María Josí Bongiorno, dijo que se abstendría mientras su par del oficialismo Daniel Pírsico, que figuraba como un voto positivo, se pronunció en contra del matrimonio homosexual.
Todo eso en medio de un fuerte debate que se dio de arranque con la titular de la Comisión de Legislación General, Liliana Negre de Alonso, quien consideró que el proyecto "viola los derechos de la mujer".
En el mismo sentido se pronunció Sonia Escudero, senadora del Peronismo Federal, quien agregó que el proyecto "discrimina a las mujeres casadas con varones" porque sus hijos llevan "el apellido del padre" mientras que "las parejas de lesbianas elijen el apellido de familia".
El cordobís Luis Juez, quien votó a favor, preguntó: "¿Dios me podrá castigar a mí por asignar derechos? ¿La Virgen me bajará el pulgar?", y aseguró que "ningún argumento justifica de ninguna manera no asignarle derechos a estas minorías".
El radical Alfredo Martínez, uno de los cinco miembros de la UCR que anticipó su voto a favor del matrimonio, señaló que "asegurar la existencia de una ley moral natural supone colonizar todos los pensamientos de la cultura occidental. Sin dudas existe, pero creo está reservada al ámbito de la creencia, no al ámbito civil".
"El matrimonio civil es una construcción social, cultural y económica. Y al ser fruto de una construcción tiene su carácter dinámico porque la base es el hombre y el hombre es cambiante social y culturalmente en el tiempo", señaló, por su parte, la oficialista Liliana Fellner.
Por la misma bancada, Guillermo Guastavino acusó "razones humanitarias" para al anticipar su voto a favor y señaló que "cuesta mucho creer que haya argumentos para no reconocer una realidad que es tangible y que la venimos viendo hace muchos años".
En tanto, Nicolás Fernández, mano derecha del presidente de Pichetto, argumento: "debiíramos preguntarnos por quí (los homosexuales) no son iguales. Yo creo que son tan iguales a nosotros y son tan hijos de Dios como cualquiera de nosotros".
Fuente: c3m.com.ar