El periodista Fabricio Navone analizó en Otros Ámbitos (Del Plata Rosario 93.5) que según encuesta a nivel nacional de la consultora D’Alessio Irol arrojó un resultado inquietante para el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, quien en solo cinco meses licuó su imagen a raíz del recrudecimiento de la violencia en las calles de las principales ciudades y los grandes problemas de gestión que arrastra desde principios de su mandato.
Mientras que la gestión de la emergencia por la pandemia disparó la imagen de todos los dirigentes con cargos ejecutivos en los principales distritos, en Santa Fe la proyección de Perotti registró un nivel preocupante para los primeros meses de gobierno.
Mientras Alberto Fernández encabeza la imagen positiva con 61 puntos y Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof miden 50 y 47 respectivamente, el gobernador de Santa Fe apenas registró 25 puntos, quedando por arriba del tucumano Juan Manzur y del mendocino Rodolfo Suárez.
El dato es alarmante si se tiene en cuenta que en Santa Fe la cuarentena logró controlar el nivel de contagio y en el gobierno ya estaban diseñando la estrategia presidencial de Perotti, según reconocieron fuentes de la Casa Gris a LPO. Sin embargo, dirigentes de la oposición como Mario Negri o Martín Lousteau aventajan por más de diez puntos al mandatario.
En rigor, la gestión del rafaelino viene arrastrando problemas de inseguridad y de gestión desde el primer día de mandato. En los dos primeros meses, lo crímenes por disputas narcos habían alcanzado niveles históricos superando a los peores indicadores del socialismo.
La cuarentena rigurosa le dio oxígeno al gobierno en materia de inseguridad pero dejó expuesto los problemas políticos y de gestión. Los intendentes, tanto oficialistas como opositores, se quejaron por la falta de asistencia de la provincia para afrontar los déficits generados por la paralización de la economía.
Sin embargo, tanto alcaldes como los senadores departamentales aseguran no tener diálogo con el gobernador. De hecho, un intendente peronista advirtió que el armado político que diseñó Perotti “hoy, pende de un hilo”, y agregó:
“De cuatro años, el primero está pasando a pura desgracia; no tenían recursos y ahora los tienen (por la aprobación de la Ley de Emergencia). Pero no se puede manejar la chequera a martillo y maza porque nuestros ciudadanos tienen que comer”, sentenció.
En el mismo sentido opinó un senador encumbrado el PJ quien reconoció que el diálogo que se intentó establecer a la hora de impulsar la ley de emergencia se diluyó una vez conseguido los votos en la Legislatura: “no se puede gobernar Santa Fe queriendo ser el jefe de todo el mundo”, resumió el integrante de la Cámara Alta.