El economista Orlando Ferreres dijo en Otros Ámbitos (Del Plata Rosario 93.5) su consultora proyectó una caída de entre 12 por ciento y 13 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2020, con una pobreza que llegaría al 50 por ciento. En paralelo, la inflación cerraría en torno al 45 por ciento, lo que implicaría una caída del salario real del 11,5 por ciento. Eso, sumado a un desempleo que llegaría al 15 por ciento de la población económicamente activa (PEA), es lo que explicaría que uno de cada dos argentinos termine el año en condición de pobre. “Estamos saliendo de la caída más grande de la historia argentina”. Su cálculo es que el segundo trimestre, el más afectado por el Covid-19, y las medidas de aislamiento social para prevenirlo culminarán con un desplome económico de entre 17 por ciento y 20 por ciento.
Poca inversión
Si bien valoró que “mes a mes los indicadores comienzan a mejorar”, consideró que la recuperación económica y la salida de los altos indicadores de pobreza serán lentas debido a los bajos niveles de inversión privada que tiene el país. “La inversión bruta interna fija viene cayendo a una tasa del 25 por ciento; está en apenas 12 por ciento del PIB. Es un valor menor que los gastos de amortización, no alcanza siquiera para cubrir el desgaste de capital”, expresó Ferreres.