El coronavirus se convirtió en uno de los principales ejes de la campaña electoral y el principal epidemiólogo del país -y asesor del gobierno-, Anthony Fauci, volvió a criticar la estrategia oficial ante la pandemia, en una entrevista publicada ayer por The Washington Post, y la Casa Blanca lo acusó de querer debilitar la aspiración de Trump a ser reelecto.
En tanto, el jueves pasado, economistas de la universidad de Stanford publicaron un informe basado en un modelo estadístico según el cual los actos de campaña de Donald Trump provocaron más de 30.000 contagios y de 700 muertes por coronavirus. En cambio, la campaña de Joe Biden respeta las medidas de precaución, lo que impulsó al equipo del mandatario, que además difunde rumores sobre el estado físico y mental del ex vice, a acusarlo de “esconderse en su sótano”.
Biden se presentó este domingo únicamente en Pensilvania -otro de los “swing states” y en los que en 2016 también ganó Trump ajustadamente-, rodeado de líderes religiosos. “Mi fe ha sido una inconmensurable fuente de consuelo en tiempos de dolor y una inspiración diaria para luchar contra el abuso de poder en todas sus formas”, dijo en Twitter quien secundara al presidente Barack Obama en 2009-17.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, procuró este domingo, con actos en cinco estados, acercarse a la intención de voto de su adversario para las elecciones del martes. “Un voto para mí y el Partido Republicano es un voto para el sueño americano”, dijo el jefe de la Casa Blanca ante simpatizantes en Michigan, en el comienzo de la maratón, en un acto en que dio unos pasos de baile al son del grupo YMCA.
En 2016, Trump ganó en Michigan, antiguo bastión de la industria automotriz y uno de los considerados “swing states” (estados en los que no siempre gana el mismo partido), con una ventaja de menos de 11.000 votos.
A los 74 años y a un mes de haber estado internado con coronavirus, Trump no mostró señales de cansancio y volvió a subestimar la gravedad de la pandemia, según la agencia de noticias AFP.
“El viento me pega directamente en la cara y me cuesta respirar”, dijo en tono de broma, mientras desafiaba al frío con unos gruesos guantes negros y su ya famosa gorra roja con el eslogan “Make America Great Again” (“Hagamos nuevamente grande a Estados Unidos”).
Al margen de sus presentaciones en público, Trump y Biden confrontaron activamente hoy a través de Twitter. El presidente publicó un video en el que defendió su agenda nacionalista bajo el lema “Estados Unidos primero” y reivindicó su política económica de recuperación del impacto de la pandemia.
“Estamos remontando mejor que nadie” las consecuencias de la cuarentena, sostuvo, y acusó a Biden de querer “cerrar el país, quizás durante años”, lo que juzgó como “de locos”.