La aceleración de la inflación en los últimos años, sumado a ajustes salariales que no acompañaron el ritmo de los aumentos de precios, provocó una fuerte pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de los argentinos. Si bien el problema afecta a todos los sectores, hay rubros como el automotor que está entre los más afectados. Las trabas a las importaciones limitan en el ingreso de vehículos y hace que haya una oferta restringida. En varios segmentos hay un marcado desabastecimiento de modelos.