Los depósitos a plazo fijo comenzaron a recuperarse en julio, ante la mayor estabilidad cambiaria. En lo que va del mes, los depósitos del sector privado crecieron 3,1%, a $723.676 millones, un dato que hasta ahora se ubicaría por encima de la inflación del mes (según los analistas privados, estaría en torno al 2,8%). Por otra parte, el stock total de plazos fijos creció 14,2%, a $1,1 billones.# Fue en un marco en el que resurgió el apetito por los activos en pesos debido a las elevadas tasas de interés, que en el caso de este instrumento se encuentran en torno al 35%. El stock total superó al de las Lebac ($961.597 millones), que mantiene una tendencia decreciente debido a la estrategia del Banco Central de ir desarmando poco a poco la "bola de nieve", como parte del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el FMI para acceder al crédito stand by por u$s50.000 millones.
A principios de mes, la autoridad monetaria desplegó una serie de medidas para secar la plaza de pesos e intentar contener al dólar, luego de la devaluación que registró entre fines de abril y junio, que lo llevó a superar los $29. El BCRA decidió subir en tres puntos porcentuales los encajes para los depósitos en pesos para absorber unos $60.000 millones y generar "un control más firme de la liquidez en el mercado de dinero". A este proceso se sumaron las licitaciones del Ministerio de Hacienda de Letes y del bono en moneda dual para reducir la presión cambiaria. A su vez, las tasas de las Lebac en el mercado secundario llegaron a superar el 60%, aumentando así el atractivo de estos títulos. Además, con el objetivo de cumplir con las metas de inflación (y alcanzar el 17% en 2019), el organismo decidió complementar el proceso de metas de inflación con un seguimiento de los agregados monetarios.
De todos modos, los plazos fijos son un instrumento que ha perdido en la mayoría de los meses durante la gestión de Mauricio Macri, ya que ofrecen rendimientos mensuales que se ubican por debajo de la inflación. Es por ello que los analistas financieros suelen recomendar las Letras del Banco Central, debido a que son un instrumento similar en lo que respecta a los plazos y rendimientos, pero ofrecen una tasa superior. En la licitación de julio, la entidad que lidera Luis Caputo ofreció una tasa del 46,5% por los títulos a un mes (hoy operan al 44% en el segmento secundario). De todos modos, en los últimos meses había crecido la aversión contra estos títulos en pesos dado que, pese a las elevadas tasas de interés, la estrategia perdió contra la fuerte suba del tipo de cambio.
Otro instrumento que ha comenzado a tener una mayor ponderación en el último año son los plazos fijos que ajustan por UVA, es decir, por inflación. En criollo, estos títulos arrojan un interés que se ajusta sobre la base de la evolución de la inflación más una tasa fija, que depende de la entidad que las ofrezca. En julio del año pasado, el stock de los depósitos ajustables por UVA ascendía a $1.430 millones en promedio, mientras que en julio de este año asciende a $14.228 millones, lo que representa un incremento de diez veces en la comparación interanual. De todas formas, si bien el stock de depósitos a plazo fijo parece haber retomado la tendencia creciente, habrá que esperar a ver la evolución del tipo de cambio, que parece haberse estabilizado, en los próximos meses para ver cómo continúa. El Gobierno ya ha manifestado su intención de verlo evolucionar en sintonía con la inflación, siempre y cuando no haya otro evento desde el exterior que modifique esta estrategia.
Fuente: c3m.com.ar