Argentina se comprometerá formalmente ante el FMI a cumplir con un déficit fiscal de menos de 2% antes de un año, como principal activo para acceder a una línea de crédito de u$s22.000 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esa será la principal promesa que hoy le hará en Washington el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, y al que será el responsable de la negociación, el italiano, Roberto Cardarelli. Además se comprometerá a una baja seria de la inflación y a una reducción importante de la exposición externa en un plazo de 24 meses.#
El acuerdo que Argentina negociará desde hoy con el FMI no tendría un máximo de u$s30.000 millones, sino que, en principio, se ubicaría cerca de los u$s22.000 millones. A la primera cifra se llegaría sólo si el país cumple con todas las condicionalidades impuestas por el organismo, todas dentro de las imposiciones del artículo IV del FMI. Y una vez que se hayan cumplido todas las metas comprometidas, Argentina podrá negociar una ampliación de ese dinero. Pero si el acuerdo se firmara en las próximas semanas, esa ampliación llegaría recién en 2020. En ese instante se transformaría en un clásico Stand-By Arrangmets.
Las características generales del préstamo que Dujovne negociará desde hoy son las siguientes:
La línea de acuerdo se llama Flexible Credit Line (FCL) o, su similar, Precautory and Liquidity Line (PLL), y está orientada a la "prevención o mitigaciones de crisis", con lo que, obviamente, antes que nada se necesita que el país solicitante amerite estar viviendo serias dificultades financieras estructurales. La línea fue creada en 2015 y perfeccionada en 2017, y forma parte de las innovaciones impuestas por la propia Lagarde para modificar la imagen negativa que el FMI tenía hasta su llegada como directora. La línea se llama "flexible" porque no está atada a un cronograma predeterminado, sino a las necesidades puntuales del tomador.
Hoy hay dos líneas del tipo PLL activadas por el FMI en este momento: Macedonia y Marruecos.
El crédito al que podría acceder el país rondaría los u$s22.000 millones, divididos en dos tramos de u$s11.000 millones en dos años. La tasa está determinada por el valor general de mercado más el margen de sobretasa aplicado por el FMI y aprobado por la entidad. Se calcula que a porcentajes actuales el nivel se ubicaría entre el 3,8% y el 4% anual. Si se lo compara con el 12% que le cobraría hoy el mercado internacional, es el aspecto más positivo de la decisión.
Para poder acceder a la línea, un país debe cumplir con los lineamientos impuestos por las condiciones que figuran en el "artículo IV" de la carta orgánica del Fondo, y que indica que un Estado debe tener variables económicas y financieras estables y manejables. Entre otros indicadores se toman en cuenta el nivel de endeudamiento externo de corto, medio y largo plazo, y la accesibilidad a los mercados locales e internacionales. La posición fiscal (grado de déficit) y comercial (Balanza entre exportaciones e importaciones), inflación, política monetaria (incluyendo tasas internas), y credibilidad de los datos publicados. En el caso argentino, si se toma la foto actual, el acuerdo sería, como mínimo, complicado de cerrar. En términos normales no aceptaría el organismo un nivel de déficit como el que muestra el país, cruzado con un rojo comercial que puede llegar a u$s1.000 millones mensuales y a una inflación anual que no baja del 25%. Lo que se supone es que el acuerdo al que accederá Lagarde será "político" y con una decisión casi personal de la directora del FMI.
Fuente: c3m.com.ar