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Se reciben en Rosario 60 denuncias semanales por violencia de género


"El recorrido de la Justicia es otro idioma de la violencia. A la Justicia llegamos desamparadas, solas, angustiadas. Y empieza otra violencia: la institucional. Ahí aparecemos nosotras, que lo que hacemos es amparar, facilitar esa ruta, dar herramientas". La que habla es Aurora Arias, una de las integrantes de la Asociación de Mujeres Resilientes (Ademur), que acompaña a mujeres víctimas de violencia de género por el largo camino de someter a la ley a sus agresores. #Como varias de sus compañeras, Aurora atravesó este tipo de sometimiento y hoy, asociada a sus pares, ayuda a otras mujeres a sobrellevar la judicialización de las causas mientras ella misma espera a que la semana que viene su ex pareja se siente en el banquillo de los acusados. Según sostienen desde la organización, en Rosario se reciben unas 300 denuncias de violencia de género por semana.   

"Cuando las chicas llegan a nosotras se puede leer que están en problemas y que necesitan ayuda, y entonces las acompañamos en ese recorrido. Porque los pasillos de los Tribunales y de otras instituciones de este tipo son de mucha soledad", considera Aurora. Y es que ella misma recibió el apoyo de otras militantes cuando comenzó su derrotero en contra de su ex, que en junio de 2014 quiso arrojar a la hija de ambos, de cuatro años, desde la terraza de un edificio.

Luego del 3 de junio de 2015, —cuando fue la primera marcha nacional de "Ni una menos" convocada tras el femicidio de Chiara Páez, en Rufino— la problemática de la violencia de género se hizo manifiesta y las denuncias por este tipo de sometimientos aumentaron. De acuerdo con datos del Ministerio Público de la Acusación, a fines del año pasado se recibían unas 30 denuncias por cada día hábil. Según las militantes de Ademur, hoy esos números se han duplicado. "Se están registrando unas 300 denuncias por semana, o sea, cerca de 60 por día (hábil)", aseguran.

Una de las principales exponentes de Ademur es Fernanda Serna, que también tiene una historia pesada de violencia de género. En mayo de 2013, Fernanda terminó con el 45 por ciento de su cuerpo quemado luego de que su pareja la prendiera fuego. Ella y Aurora se conocieron en la puerta de Tribunales, el día que dictaban la sentencia en la causa de Rosalía Benítez, una mujer que fue atacada de seis balazos por su marido, que en primera instancia recibió sólo 10 años de condena. "Yo la conocí a Fernanda con un megáfono en la mano", se acuerda Aurora.

Hoy, ellas dos, junto a otras 15 personas que integran la organización, ayudan a otras que atraviesan situaciones similares. "Las acompañamos en su recorrido, juntamos pruebas, hacemos el seguimiento de sus causas. Ocupamos el espacio que debería ocupar el Estado. Porque sabemos cuáles son los tiempos de la Justicia, lo mal que la pasamos y la necesidad de sentir que algo se está haciendo. Que hay un lugar de contención. La Justicia tiene sus tiempos, que no son nuestros tiempos.", explica Fernanda.

¿Por qué refieren a la resiliencia? "Es una de las características más lindas que tiene el ser humano, que es convertir lo negativo en positivo, el dolor en amor. Eso es lo que tratamos de hacer nosotras. Todas venimos de situaciones más o menos violentas y de todos nuestros aprendizajes y experiencias tratamos de ayudar a otras mujeres", dice Fernanda.

Y Aurora agrega: "Este es un espacio donde un montón de mujeres resilientes y luchadoras nos juntamos para aunar una multiplicidad de recorridos en una misma tarea: la de ayudarnos y acompañarnos".

Fuente: c3m.com.ar