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Los demócratas ganan la Cámara de Representantes y podrán entorpecer el mandato de Trump

 


Las elecciones de medio mandato de Estados Unidos han abierto una nueva etapa en la era Trump: los demócratas han logrado hacerse con la mayoría en la Cámara de Representantes en los comicios y, aunque el Senado seguirá en manos republicanas, podrán no solo entorpecer la agenda legislativa del presidente, sino también incrementar el control sobre su labor, incluyendo la investigación parlamentaria de asuntos tan controvertidos como su posible implicación en la trama rusa.#

Aunque el recuento sigue en marcha, los demócratas ya han alcanzado el umbral de 218 escaños que marca la mayoría y recuperan, ocho años después, el control de la cámara baja. A cambio, el partido de Trump consigue ampliar su mayoría en el Senado, al tener asegurados ya al menos 51 asientos. El resultado es un Congreso definitivamente bipartidista, que exigirá de pactos para sacar adelante cualquier iniciativa legislativa.


La pérdida del control absoluto del Congreso es un notable revés para Trump, aún mayor en tanto que él mismo había planteado los comicios como un plebiscito sobre su presidencia, tras casi dos años en la Casa Blanca. El mandatario, habitualmente locuaz a través de las redes sociales, se ha limitado a publicar un escueto tuit sobre los resultados: "Un tremendo éxito esta noche. ¡Gracias a todos!"; luego, horas después -mañana del miércoles en EE.UU.- ha hablado en otro mensaje de "gran victoria".

En el bando demócrata, por el contrario, la sensación era de victoria: "Mañana será un nuevo día en Estados Unidos", ha proclamado Nancy Pelosi, su líder en la Cámara de Representantes, que aspira a recuperar el cargo de speaker o presidenta de la cámara que perdió hace ocho años, y que ya ha dejado claras las intenciones de su partido: "Le vamos a exigir al presidente Trump que rinda cuentas".

Pelosi, en cualquier caso, también ha apelado al consenso y se ha comprometido a buscar acuerdos entre los dos partidos: "Tenemos la responsabilidad de encontrar un terreno común donde podamos y mantenernos firmes donde no", ha señalado. Por el momento, la Casa Blanca ha confirmado que Trump ha tenido el gesto de telefonear a Pelosi para felicitarle por la victoria demócrata en la Cámara de Representantes, entre otras llamadas a distintos líderes políticos de ambos bandos.

Victorias para todos
Lo cierto es que todos, tanto demócratas como republicanos, tienen alguna victoria por la que sacar pecho, en unas elecciones que han registrado una elevada participación -algunos centros de votación han cerrado hasta tres horas más tarde de lo previsto, ya que todos los que estén haciendo cola tiene derecho a depositar su voto- y que han vuelto a reflejar la polarización del país y, en especial, la brecha entre las grandes ciudades y el medio rural.

Así, el triunfo demócrata se explica en gran parte porque han arrebatado escaños decisivos a los republicanos en zonas suburbanas, donde Trump es muy impopular, mientras los republicanos se hacían fuertes en el Senado quitándoles a los demócratas distritos rurales que el ahora presidente ya ganó en las presidenciales de 2016 y que estaban en liza en estos comicios.

 Elecciones EE.UU.: los demócratas recuperan la Cámara de Representantes
Los demócratas han recuperado terreno, señala Efe, en el Cinturón del Óxido, que fue una de las grandes conquistas de Trump en 2016, con victorias incontestables de sus candidatos al Senado en Wisconsin, Michigan, Ohio y Pensilvania. A su vez, los republicanos han asegurado su preeminencia en los distritos del sur de California, que por primera vez parecían en riesgo en la Cámara de Representantes.

Tampoco en la elección de gobernadores estatales se ha concretado la pretendida "marea azul", en alusión al color de su partido, con la que los demócratas querían encarrilar la reconquista de la Casa Blanca en 2020: si bien sus candidatos han vencido en Michigan, Kansas y Pensilvania, tres estados que Trump ganó hace dos años, el asalto a dos estados clave como Ohio y Florida ha resultado fallido.

Especialmente dolorosa para los demócratas ha sido la derrota de Andrew Gillum, que se perfilaba como el primer gobernador negro de Florida, frente a un trumpista convencido como Ron DeSantis. Para Trump es un triunfo que redondea el que era su objetivo fundamental: mantener el control del Senado, donde los republicanos pueden bloquear iniciativas demócratas, frenar las investigaciones contra él y sacar adelante a sus nominados para distintos cargos, que solo requieren la aprobación de la cámara alta.

Mujeres y diversidad
Los demócratas se han desquitado recuperando Illinois, Maine, Nuevo México y Wisconsin, además de hacerse con Nevada, donde el voto latino ha impulsado a Steve Sisolak hasta desbancar a los republicanos. En total, según el recuento de Reuters y a falta de la confirmación del recuento, los demócratas habrían logrado arrebatar siete estados a los republicanos, sin perder ninguno de los que ya gobernaban.

El voto latino también estaría detrás del único escaño que los demócratas han conseguido quitarles a los republicanos en el Senado, el segundo de Nevada; por el contrario, los republicanos se hacen con asientos de Indiana, Misuri y Dakota del Norte que hasta ahora eran demócratas.


Y más allá de las interpretaciones puramente políticas, estas elecciones de medio mandato también han sido las de la diversidad: entre los representantes electos hay más mujeres, más miembros de minorías, más feligreses de distintas confesiones y más orientaciones sexuales y de género.

Especialmente relevante ha sido el papel de las mujeres: no solo su voto ha sido determinante en los resultados, sino que en el nuevo Congreso, que se constituirá en enero de 2019, habrá más parlamentarias que nunca. Según el balance del diario Politico recogido por Europa Press, han salido elegidas 103, que se suman a las 10 senadoras cuyo escaño no estaba en liza, lo que arroja un total de 113, por las 107 actuales.

Quizás alguna de esas figuras emergentes pueda auparse como rival de Trump en las elecciones de 2020, que desde ya se convierten en el próximo y crucial horizonte político de Estados Unidos.

Fuente: c3m.com.ar