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Se viene un acto del 20 de Junio virtual.

La cuarentena obligatoria implementada para contrarrestar la pandemia del coronavirus obligó a repensar los festejos del 20 de Junio por el Día de la Bandera, buscando otra forma de llevar adelante una gran celebración ciudadana en el marco del bicentenario del fallecimiento de Manuel Belgrano y los 250 años de su nacimiento.

Se evalúa incorporar muchas acciones en las casas y en las redes, juras masivas desde los balcones, cuentas regresivas y hasta desfiles sobre los autos, siempre respetando la distancia social y con las medidas de prevención necesarias para evitar los contagios.

La gran fiesta popular en la vía pública con convocatoria a todos los rosarinos que se pensaba hace dos meses, no podrá suceder de esa manera. La presencia del presidente Alberto Fernández, quien había prometido volver a Rosario durante su última visita el 27 de febrero, también entró en una nebulosa.

No podrá hacerse la jura masiva con chicos que venían de todo el país, ni la víspera y festejos en las calles y en las plazas de los barrios, recuperando con actores la figura de Belgrano y María Catalina Echeverría de Vidal, la mujer que cosió la bandera, atendiendo a un pedido de la nueva Secretaría de Género por destacar su rol imprescindible en su creación.

La comisión encargada de planificar los festejos, integrada por distintas áreas, estudia por estas horas distintas posibilidades para repensar la celebración adaptada al contexto actual, y lograr así recuperar el espíritu de una fecha que en los últimos años tuvo una participación acotada de la ciudadanía.

Programa

La idea es que en la víspera del 19 se involucre la familia, aprovechando que los chicos están en casa, para que dibujen, muestren la experiencia familiar y suban fotos y videos a una plataforma online, pintar frases y figuras de Manuel y Catalina a la cal, en los muros de los barrios, y colgar banderas.

Para el 20, el plato fuerte, se piensa en una jura ciudadana desde los balcones, con cuenta regresiva y transmisión de los canales de aire de la ciudad, en busca de que todos los sectores tengan visibilidad y utilizando distintos recursos tecnológicos, como mensajes en redes sociales.

“Queremos contar historias mínimas, laterales, que rodearon a la personalidad de Belgrano. Rescatar su costado humano, más cercano”, explicó Jorgelina Fay, subsecretaria de Comunicación del municipio y encargada de la comisión.

Entre otras opciones que se están barajando, hay un desfile de autos por las calles con una sola persona por coche y respetando la distancia social, un mensaje por el aire con el club de aviadores o algún cuerpo militar, y el lanzamiento de una línea de cubrebocas rosarino con Belgrano, Catalina o la bandera, cuya compra colabore con alguna causa de salud o comedores en barrios vulnerables.

“El paradigma es traducir lo que era masivo con cuerpo en vivo, lo que ocurra en los hogares, la televisión, redes y WhatsApp, para no relajar los cuidados pero que tampoco pase desapercibido el bicentenario”, dijo la funcionaria.

Sin dudas es un ensayo desafiante, y habrá que ver lo que ocurre, porque tal vez esta sea la modalidad que se tenga que implementar para los festejos hasta que haya otro horizonte sanitario.

Las obras que siguen demoradas

Las obras de refacción del Monumento a la Bandera ya son icónicas, pero por la imposibilidad de concluirlas. Primero el macrismo anuncio un plan faraónico que luego fue recortando hasta que las paralizó. Nación, a poco de asumir la nueva gestión, había garantizado terminarlas. Pero siempre una eventualidad las retrasa.

   En febrero, cuando el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, vino por primera vez a la provincia, se acordó un programa de acción para terminarlas.

Una primera etapa que venía realizando la Municipalidad junto a la Nación debía concluirse, con sus correspondientes remisiones de cuentas y otros aspectos administrativos y técnicos.

Dentro de ese cierre, había algunas observaciones hechas a la empresa, quien debe arreglar ciertos aspectos de los trabajos antes de su entrega final. El Ejecutivo le planteó que hay cosas por rehacer, modificar y terminar para dar por concluida la primera etapa.

Luego, la provincia se había comprometido a trabajar junto al Ejecutivo rosarino en un adicional que consistía en la limpieza del Monumento, para dejarlo preparado para el 20 de junio, cuando el presidente Alberto Fernández se había comprometido a regresar a Rosario.

La pandemia hizo que nada se pudiera concretar y todo quedó frenado.

Lo que seguía era la redacción de un pliego para terminar la obra, donde la Nación está comprometida a financiar gran parte.

Esa licitación para terminar sería el próximo paso, que hoy parece lejano.

Como se ve, la cuarentena le asesta ahora un nuevo golpe a la concreción de estas obras que nunca terminan de plasmarse