Cuando llega el verano, las piletas se convierten en una excelente opción de recreación y entretenimiento para la familia. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que el agua es el principal vehículo a través del cual los distintos tipos de microorganismos, como parásitos, hongos, virus y bacterias, llegan a las personas. Es importante saber que el agua debe ser transparente y estar libre de materias flotantes y espuma, y no debe existir suciedad en el fondo de la pileta. Para evitar este riesgo, desde el Instituto del Alimento, dependiente de la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad de Rosario, se recomienda tener en cuenta diversas medidas de prevención.#
Para el mantenimiento de las piletas
Utilizar agua potable para el llenado de las mismas. En caso de que se utilice agua de perforación, clorar el agua con mayor frecuencia con las correspondientes diluciones de lavandina, en la siguiente proporción: un pocillo tamaño chico (como el de café, de 50 mililítros) cada mil litros de agua.
Si el volumen de agua utilizado es pequeño renovarlo cada cuatro horas de uso (esto se aplica principalmente en las piletitas de bebés).
Para las personas que frecuentan distintos natatorios
Ducharse antes de ingresar a la pileta
Evitar el ingreso y/o acceso de mascotas a la pileta
Evitar el ingreso de demasiados niños y niñas a un misma pileta.
Evitar el ingreso de personas que hayan tenido diarrea en los días previos por el riesgo de contaminarla y enfermar a las demás personas.
Lavarse las manos con jabón y agua después de ir al baño o de cambiar pañales.
Para el cuidado de niñas y niños
En las infancias, una de las enfermedades de verano más frecuentes es la gastroenterocolitis, la cual en algunos casos puede derivar en algo más grave como es el SUH (Síndrome Urémico Hemolítico). Para evitarla es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Ingresar a bebés que no controlan esfínteres siempre con pañales.
No permitir que se trague el agua de la pileta.
Higienizarlos cada vez que entran y salen de las piletas ya que suelen estar en contacto con zonas sucias (césped, pisos).
Cambiar los pañales en el baño y no junto a la piscina.
Si tienen o tuvieron algún signo de gastroenterocolitis (vómitos, diarrea) no deben ingresar a la pileta por 48 o 72 horas.
Para natatorios
En el caso de natatorios, ya sea públicos o privados de uso público, las recomendaciones son las siguientes:
Poseer la habilitación correspondiente.
Llevar planillas diarias (turnos mañana y tarde) de autocontrol de cloro residual, pH y turbidez. Las mismas deberán estar a la vista de los socios del natatorio.
Realizar análisis fisicoquímicos y microbiológicos del agua en forma periódica, los mismos son de carácter obligatorio.
Poseer vestuarios y duchas en perfectas condiciones higiénicas sanitarias.
Fuente: c3m.com.ar